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OBJETIVOS: . Promover el estudio, la difusión y la práctica de la Doctrina Espírita, prestando atención fraterna a las personas, .que buscan esclarecimiento, orientación y amparo para sus problemas espirituales, morales y materiales; .y que quieran conocer y estudiar la Doctrina Espírita en sus aspectos científicos, filosóficos, sociales, morales, espirituales y religiosos.

martes, 19 de junio de 2012


Conferencia:
“EVOLUCION CONSCIENTE


Hace 155 años que se instalo en el mundo la nueva era, la era del Espíritu Inmortal.
Los Espíritus del Señor, que son las virtudes de los cielos, como un ejército inmenso se esparcen por toda la tierra al decir del Espíritu de Verdad en el Prefacio del Evangelio según en el Espíritismo, vienen imprimiendo un soplo renovador en el alma de los pueblos.
Ya no es más la materia influyendo en los destinos del hombre, ya no es el materialismo doblegando las aspiraciones nobles y los logros espirituales.
La humanidad se está preparando para recibir el consolador que prometió Jesús. Bienvenidos pues a la era del Espíritu.


 INTRODUCCIÓN

NACER, MORIR, RENACER UNA
VEZ MAS Y PROGRESAR
INCESANTEMENTE; TAL ES LA LEY.
Allan Kardec

Nacemos en la carne pero también nacemos para las realidades del Espíritu a través del dolor.
Morimos; cada vez que nos dejamos vencer por las pasiones inferiores y los errores que ellas acarran.
Renacemos una vez más para adquirir una nueva experiencia, y renacemos todos los días cuando a través del conocimiento de nosotros mismos logramos cambiar el hombre viejo por aquel que nos habla. El Apóstol Pablo.
  Dios es la causa, el Espíritu es el efecto.                                                                                                   Dios es el creador, el Espíritu es su criatura.
Siendo el Espíritu creado por Dios, simple e ignorante está sujeto a sus leyes que les impulsaran a desarrollar las potencialidades intrínsecas en  él, esas leyes muestran al espíritu, emergiendo escalón por escalón del seno del abismo de la vida para convertirse en espíritu superior.
¿Qué es la Evolución?
Un mecanismo… Un instrumento
Mecanismo que produce en su ejercicio, permanente movimiento, el movimiento  produce cambios, el cambio, genera desarrollo, el desarrollo  muestra crecimiento, este indica adelanto y el adelanto es progreso, progreso incesante.
Instrumento de la ley natural, por medio de la cual se le proporciona a todos los seres y a las cosas en general, pasar del estado general primario a un estado superior.
Por lo tanto todo evoluciona, el mineral, el vegetal, el animal, evoluciona la materia pero también el Espíritu. Se desarrollan las ideas por la evolución del pensamiento se transforma la sociedad en virtud de la evolución del individuo.
Todo se mueve generando progreso incesante, todo cambia menos la ley que es inmutable y eterna como lo es Dios.
 Este mecanismo, expresión de la sabiduría divina nos ha permitida transitar por los diferentes estadios y vivir las múltiples experiencias que han determinado y moldeado nuestra personalidad de hoy. Entonces podríamos afirmar con todo esto que el objetivo de la vida en la tierra es la evolución y el objetivo de la evolución es la libertad.
Jesús nos dice: Y CONOCEREIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARA LIBRES.

¿Libres de qué?  

Libres del error, de la mentira, del engaño, de los conceptos dogmaticos, libres de la hipocresía de los perjuicios de la explotación de la ignorancia, ya que desde el momento que llegamos a conocer conceptos más amplios de la VERDAD UNA, nuevos horizontes se abren ante nosotros, que nos permiten ir acercándose cada vez más al sumun de la verdad, que es el todo Cósmico – Dios.
Se llega a ser libre cuando dirigimos nuestra vida conscientemente, cuando dominamos los impulsos y las pasiones, cuando escuchamos la voz de la silenciosa conciencia; cuando nos sobreponemos al “que dirán”,  a los convencionalismo sociales y desafiamos todo prejuicio. ¿Porque de que nos habra valido venir a esta vida, si no logramos superarnos espiritualmente?
Desde el punto de vista de la evolución y el progreso del ser humano, el tradicionalismo en las ideas es parálisis, es un anquilosamiento que priva a la mente, al hombre como ser pensante, de uno de sus mejores ejercicios, el análisis. Y los dogmas limitan la libertad de escoger aquella que está más en consonancia con su grado de evolución. Impidiendo con ello el avance, el progreso que es la ley Divina implícita en la ley de la evolución, que nos enseña que todo el universo avanza hacia estados más perfectos.
Observamos fácilmente que la mayoría de los seres humanos, están transitando todavía el camino de la evolución inconsciente.
Transitan por la vida sin saber muy bien cuál es su destino, intuyendo que el bien es mejor que la práctica del mal, pero sin tener muy claro…

·        CUAL ES EL SENTIDO DE LA VIDA
·        SIN SABER PORQUE Y PARA QUE ESTAN VIVIENDO
·        SIN CUESTIONARSE SI ESTO QUE LLAMAMOS VIDA REALMENTE LO ES
 ·Y LO QUE ES MAS IMPORTANTE,  SIN SOSPECHAR QUE SOMOS PARTE DE UN PLAN UNIVERSAL DE EVOLUCIÓN.
El hombre inconsciente  es como un niño, no entiende el valor de sus actos, no comprende la trascendencia de lo que hace, no se da cuenta muy bien hacia dónde va.
Y es nuestro deber comprenderlo, porque es como ir por un camino ciego y sin ayuda.
Fácilmente comprendemos que si no vemos por donde vamos, iremos a los tropezones, chocando una y otra vez.
Pero el progreso se opera de todas maneras, solo que lo hace al impulso de las leyes y el hombre inconsciente  transita su camino entre la prueba, el error y el dolor como su consecuencia.
A través del análisis de la realidad se puede pensar que hay dos posibles caminos para vencer a este flagelo. El desarrollo de la evolución consiente o el aprendizaje  a través de dolor. 
Cuando no se tiene voluntad para superar sus estados negativos, solo a través del dolor doblega el hombre el orgullo, solo a través de él comprende sus limitaciones, por que el dolor lo lleva a un estado de reflexión interior.
Y solo en la reflexión profunda alcanza un mayor grado de comprensión.
¿No hemos agradecido muchas veces a situaciones de dolor que nos permitieron comprender mejor alguna situación?

COMPRENDER EL DOLOR ES COMPRENDER LA JUSTICIA DE DIOS

No como castigo, si no como una oportunidad de llegar a sensibilizarnos para poder comprender mejor las cosas.
Pero la única solución no es el dolor, la mejor solución está en la lucha consiente por la superación de los errores.
Hay muchos seres que han comprendido el sentido de la vida a través de muchas experiencias vividas de distinta forma.
Que han despertado de un largo letargo de ignorancia y entrando en un principio de comprensión que podríamos llamar;” evolución consiente.”

¿Y QUE ES LA EVOLUCION CONCIENTE?

En principio es asumir nuestra propia individualidad, saber que cada uno de nosotros está en un programa de evolución universal, que se cumple en un largo aprendizaje por distintas experiencias de vida y a través de múltiples encarnaciones.
Que evolucionamos juntos todos los seres de la creación,  pero que cada uno es responsable de su propia evolución.
Ser consiente es observarnos en el momento actual de nuestras vidas y vernos tal cual somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, sin culparnos por lo que no podemos hacer bien, pero con las intenciones siempre hacia el bien que comprendemos.
Es consiente el ser cuando se observa  a si mismo situado en el gran todo que es la creación y se da cuenta que el cúmulo de sus experiencias conforman una síntesis en su personalidad y que de él depende su felicidad.
Y es entonces cuando comprende donde está y por qué, que puede comenzar el camino del conocimiento de su personalidad, el conocimiento de sí mismo, porque se da cuenta que no puede ni debe luchar a ciegas, y que, para avanzar debe conocer a ese ser que quiere mejorar.
En su libro “Del Inconsciente al Consiente”  el Dr. Gustavo Gelley dice que nuestro cuerpo y nuestra  mente no son exactamente nuestro yo, sino la representación de él, ya que ese yo es superior y muchísimo más capaz que su representante en este plano: la Mente y el Cuerpo.
El camino de búsqueda hacia ese yo superior debe tener un comienzo y ese complejo personaje que tenemos frente al espejo en la representación del yo.
Pues comencemos analizando al autor por su obra, conocernos observando nuestras propias reacciones será un comienzo.
Dijo un Espíritu: “Saberse inmortal en el sentido de constante evolución con responsabilidad de sus acciones en todo orden y con conocimiento  de la Reencarnación, significa un proceso de evolución ascendente que habilita al ser un mayor crecimiento de sus responsabilidades ante los deberes de la vida”.

¿QUE GRADO DE RESPONSABILIDAD NOS RECONOCEMOS?

Por qué tener la seguridad de la inmortalidad del espíritu nos da la luz para el camino.
Pero conocer la existencia de la ley de causalidad, nos da las herramientas para avanzar en ese camino.
Todo efecto tiene una causa, la búsqueda de esa causa es la educación para la evolución consiente.
Somos la consecuencia de lo que actuamos y nuestro futuro depende de nuestro accionar de hoy.
Algo más fácil de comprender que de llevar a la práctica, pero ciertamente posible.
Y ante cada estado que conquistamos un nuevo panorama se abre ante nosotros, más amplio y cada vez, más optimista, más alentador.
Hasta aquí tenemos la etapa de adquisición del estado de conciencia producto de la comprensión del proceso evolutivo del espíritu y de la necesidad de integrar a nuestra vida este sistema de dinámica permanente.

 La Filosofía Espirita nos da las bases para una vida consiente como tal nos hace saber que somos parte de una cadena de solidaridad universal, en la que recibimos de otros seres, encarnados y desencarnados, conocimiento e información para nuestro progreso individual.
Pero a la vez nos enseña que  el conocimiento debe circular y que es nuestro deber ofrecerlo a todos los seres que por afinidad o inquietud personal estén cerca de nosotros.
Como dice León Denis:” La obra magnífica del Espiritismo consistirá en acercar a los seres humanos, las naciones y las razas, formar los corazones y desarrollar las conciencias. Mas para esto son necesarios el trabajo, la perseverancia, la consagración y el autosacrificio”.
¿Cuál es el medio ideal para comenzar? Seguramente hay fuertes lazos del pasado que nos unen a los seres que nos rodean y en especial los que constituyen nuestra familia.
Y este es un medio que nos enseñara a compartir y evolucionar en un grupo a fin con nuestras características, pudiendo luego proyectarnos a la sociedad.
El ser humano es evidentemente social, necesita de los demás, pero además necesita brindarse, demostrar, porque su fin es la conquista del amor.
Y solo con la práctica se conquistan las virtudes. Por lo tanto, la familia es también el medio ideal para la evolución consiente. 
Es así que nuestra esposa o esposo, que es quien se compromete a compartir nuestra vida, seguramente tendrá mucho para enseñarnos y algunas cosas que aprender de nosotros.
Un ser que, seguramente nos brindara medios para evolucionar, a veces por sus características positivas a veces por sus tendencias erróneas.
Que pondrá a prueba nuestra tolerancia y capacidad de comprensión y amor.
Lo mismo sucede con nuestros hijos, que encarnan en nuestros hogares con objetivos precisos de evolución, objetivos que nos involucran.
Y a los que nos unen lazos de amor muy fuertes, los lazos de la naturaleza y a quienes amamos desde el primer momento como una continuación de nosotros mismos.
Todos los seres que nos rodean tienen una personalidad aquilatada en larga trayectoria evolutiva y seguramente nos brindarán muchas satisfacciones y también nos traerán luchas.


 "EL CONOCIMIENTO ESPIRITA NO HACE MÁS QUE CAPACITARNOS PARA NUESTRA PROPIA SUPERACIÓN, PARA UNA TOMA DE CONCIENCIA MAS INMEDIATA DE NUESTRO YO Y DE TODO EL CONJUNTO DE NUESTRA PERSONALIDAD ESPIRITUAL''

"Es su libre albedrío el que decide su progreso"
¿Que nos dicen los Espíritus en la Codificación? Que el conocimiento en si no es la solución del problema de la evolución consiente si no que es su comienzo. Lo que decide el avance es nuestra voluntad de superarnos.
Si fuera suficiente llegar al conocimiento a través de la vía intelectual no le sería necesario al ser la encarnación en el plano material.
Necesitamos la vivencia en la materia, la experiencia sufrida en carne propia, poner a prueba nuestra voluntad en la adversidad, probar nuestros propósitos de bien en la abundancia.
Solo en la lucha se templa el espíritu, así como solo en el fuego se templa el acero.
Solo siendo madre se puede comprender lo que significa dar vida y el amor que se puede llegar a sentir por un ser.
No alcanza con decir: se amar, hace falta amar aun a quien no nos ama.
Muchos seres hay con mucho conocimiento pero con falta de práctica en la virtud. Por eso no sirve la sola comprensión intelectual, hace falta la vivencia demostrativa, el compromiso con uno mismo y con los demás.
Dios en su infinita sabiduría, nos plantea este sistema de evolución, para que el mérito del progreso esté en cada uno.
Y solo a través de la experiencia conquistemos, de a poco y con nuestro esfuerzo, el estado de conciencia que nos permite ir asimilando los cambios e incorporarlos a nuestra personalidad.
Y desde el momento en que incorporamos los nuevos estados conquistados, comprendemos porqué los Espíritus le respondieron a Kardec que el progreso no retrocede.
Porque si realmente hemos comprendido un error, no lo repetiremos y ese mismo acto nos permite avanzar.

La vanidad, la soberbia, la avaricia, la violencia y tantos otros, que no son más que la cara externa de una característica del espíritu humano que todavía no pudimos derrotar.
El egoísmo, este es en realidad el verdadero lastre que arrastra el ser humano.
Y les invito a meditar con profundidad este concepto, porque seguramente les hará llegar a la conclusión de que la mayoría de problemas entre los hombres no existiría si pudiéramos disminuir nuestro egoísmo.
No nos engañemos, la autoestima es necesaria para la vida, necesitamos amarnos, pero tanto como somos capaces de amar a los demás.
Si pensáramos menos en nuestras apetencias y más en las necesidades de los demás, si no nos ofendiéramos tanto, si no nos importasen tanto nuestras comodidades y gustos, si nuestra vanidad fuera menor, mucho menos serían los problemas, porque nos conformaríamos con mucho menos.
Pero antes de llegar al egoísmo el hombre deberá enfrentarse con su escudero o para hablar en términos actuales, con su guardaespaldas, el orgullo.
El orgullo que se esconde tras múltiples facetas de nuestra personalidad, en unos se disfraza de vanidad, en otros de soberbia, en algunos de timidez, en otros desvalorizando a nuestros semejantes.
Pero en todos los casos el orgullo evita que podamos profundizar en nuestra personalidad imperfecta, que es la clave para llegar a conocernos y trabajar para nuestra propia evolución.
Mientras el ser humano no comprende y está en esa etapa de inconsciencia, por orgullo le echa la culpa de todo lo que le pasa a los demás y vive agrediendo y siendo agredido por el medio que lo rodea.
Y le escuchamos decir que los equivocados son los demás, porque su orgullo le impide asumir sus propios errores.
Los seres que encarnamos en este planeta estamos lejos de estar despojados del orgullo y salvo raras excepciones que nos han mostrado el camino de la humildad, como Jesús, Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta o Chico Xavier, en mayor o menor medida todos estamos luchando contra esta faceta del ser humano.
Detrás del orgullo está el egoísmo, el verdadero enemigo a vencer.


CONCLUSIÓN
El hombre alcanza un nivel 
elevado de evolución cuando
consigue unir el sentimiento y
el conocimiento y los utiliza
sabiduría.

Joana de Angelis
CARACTERES DEL HOMBRE DE BIEN                                                                                                                   O CARACTERISTICAS DEL SER  CONCIENTE

Pregunta 9'18 - ¿Por qué señales se puede reconocer en un hombre el progreso real que debe elevar su Espíritu en la jerarquía Espírita?
El Espíritu prueba su elevación cuando todos los actos de su vida corporal son la práctica de la ley de Dios, y cuando comprende por anticipado la vida espiritual.
El verdadero hombre de bien es el que practica la ley de justifica, de amor y de caridad en su mayor pureza, si interroga su conciencia sobre los actos realizados, si pregunta si no ha violado esa ley, si no lo ha hecho mal, si ha hecho todo el bien que ha podido, si nadie ha tenido que quejarse de él y en fin, si ha hecho a otro lo que hubiera querido que se hiciera por él.
El hombre lleno de sentimiento, caridad y de amor al prójimo hace el bien por el bien, sin esperar recompensas y sacrifica sus intereses a la justicia.
Es bueno, humano y benévolo con todos, porque en todos los hombres ve hermanos, sin excepción de razas y creencias. Si Dios le ha dado poder y riqueza, ve en esas cosas un depósito, que debe emplear para el bien y no se envanece por ello, porque sabe que Dios, que se lo ha dado, puede quitárselo.
Si el orden social ha puesto hombres bajo su dependencia, los trata con bondad y benevolencia, porque son sus iguales ante Dios. Usa su autoridad para elevar su moral y no para abrumarlos con su orgullo.

Es indulgente con las debilidades ajenas, porque sabe que él mismo, tiene necesidad de indulgencias y recuerda estas palabras de Cristo: Quien esté libre de pecado que lance la primera piedra".
No es vengativo: a ejemplo de Jesús, perdona las ofensas para no recordar más que los favores, porque sabe que se le perdonará como el haya perdonado.
Respeta en sus semejantes todos los derechos que le dan las leyes de la naturaleza, como le gustaría que respetasen los suyos.
                                   
 “El  Evangelio según el Espiritismo”
Donde esté el Espírita ha de hacer que todo brille, perfeccione, mejore, engrandezca y progrese.
Albino Teixeira
DIOS LES SIGA BENDICIENDO
   

viernes, 1 de junio de 2012


Conferencia
La Propuesta de Jesús para alcanzar  la Felicidad
            J. Gabriel Baquero A.
Introducción


Cuando Gandhi nació en 1869 los ingleses mantenían su parasitismo sobre el pueblo Indiano en detrimento de su economía.

Ya adulto en Inglaterra con el propósito de estudiar derecho entro en contacto con el Evangelio de Jesús emocionándose  y enamorándose  de él comentándole a un amigo lo siguiente: “Si toda la literatura de la tierra  pereciere y solo quedara el Sermón  de la montaña nada estaría perdido. Y en otra oportunidad Dijo; yo amo a Jesucristo pero temo a los Cristianos, ellos tienen la Biblia con más de cuatrocientas páginas y odian a sus hermanos, se maltratan, se matan entre sí, se destruyen aun teniendo entre sus manos este código de Amor.
     
El hombre sigue enfermo, pero ayer como hoy la propuesta es la misma; “No hagas a otros lo que no quieres para ti” Si buscas la Felicidad ama, si quieres la paz sirve, el que se ensalce será humillado y el que se humilla será ensalzado y entonces el maestro por excelencia… Jesús de Nazareth coloca la humildad y la caridad como condición absoluta para la felicidad.

Los discípulos de Jesús y particularmente los que aspiramos pertenecer a la falange del Espíritu de Verdad bajo las luces esclarecedoras de la Doctrina Espírita tenemos que tener una visión del mundo opuesta al materialismo. La verdad que apenas comenzamos a vislumbrar nos dice que somos seres espirituales viviendo una experiencia material. Que fuimos creados por Dios nuestro padre Amoroso para ser felices.

Que esa felicidad la alcanzaremos logrando el desarrollo de nuestra Espiritualidad y cultivando los dones intelectuales y morales del Espíritu. El primero de los dones y el que nos da acceso a todos los demás es la Humildad.
Tengamos por tanto en el corazón y en la mente los tres principios morales indicados por Jesús:

1.AMAR A DIOS: Amar las leyes materiales, morales y espirituales de la vida que están contenidas en el universo infinito, en los mundos, en la naturaleza, en las cosas, en los seres, en las infinitas esferas espirituales. 

2.AMAR  AL PRÓJIMO: Amar a los semejantes con los cuales nos relacionamos en la familia y en la sociedad, con comprensión, ejemplificación, trabajo, caridad material y moral.

    3. AMARSE A SI MISMO: Cuidar con cariño,  paciencia y determinación en el perfeccionamiento de nosotros como espíritus inmortales que somos. Interesarnos en estudiar, comprender, asimilar y practicar los principios morales y espirituales de las normas contenidas en el Evangelio de Cristo, sin Jesús en la mente y en el corazón, no habrá educación de nuestras almas, ni la adquisición de la luz íntima para la caminata evolutiva.

¡El corazón- sede de la ultrasensibilidad del alma- necesita vibrar y sintonizarse plenamente con las leyes de Dios y los códigos del Evangelio del Señor Jesús, a fin de que se enriquezca con las luces de la verdad y del amor!
Kardec cita a Jesús haciendo un desglose de sus enseñanzas:
Bienaventurados los pobres de espíritu, es decir los humildes, porque de ellos es el reino de los cielos…
Bienaventurados los que tienen el corazón puro…
Bienaventurados los afligidos…
Bienaventurados los mansos y pacíficos…
Bienaventurados los que son misericordiosos, porque alcanzarán misericordia…
Amad a vuestro prójimo como a vosotros mismos…
Haced a los otros lo que quisierais que hiciesen con vosotros…
Amad a vuestros enemigos…
Perdonad las ofensas si quisiereis ser perdonados…
Haced el bien sin ostentación…
Juzgaos vosotros mismos antes de juzgar a los otros…

A pesar de este ejemplo y de estas palabras que llevan más de dos mil años de haber sido proferidas, encontramos que los prejuicios, la falta de indulgencia, la intolerancia y lo que es más importante, la falta de amor y la ausencia de la capacidad de perdonar, aun dominan nuestros corazones. Es que sin humildad, que es la llave, no se puede abrir el cofre que guarda los tesoros del Evangelio de Jesús.

“Y Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
Si la verdad libera y ella está en Jesús ¿Cómo hablar de libertad sin hablar con él? ¿Cómo ser libre sin estar con él? ¿Y cómo hablar o estar con Jesús a no ser por los lazos de la oración y del trabajo, del cumplimiento de nuestros deberes, especialmente el compromiso de reformarnos convirtiéndonos en sus instrumentos activos?

“Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.
Siendo el Espiritismo, el consolador prometido por el Cristo, debe guardar una similitud muy grande con él. Ahora bien, siendo la tarea del Maestro la de la educación de los hombres, para que surja una generación de hombres de bien, la tarea de la Doctrina Espírita es la  de educar a las almas y la principal tarea de los Centros Espíritas es la de enseñar Espiritismo.

Amemos como nos enseñó Jesús y comprenderemos nuestro destino.
Sirvamos como lo hizo El y cumpliremos nuestra misión.
“Si me amáis guardad mis mandamientos”.
Jesús nos dejó este gran desafío para todos nosotros: APRENDER A AMARNOS A NOSOTROS MISMOS.
¿Qué será, verdaderamente amarnos a nosotros mismos?
Este interrogante sugiere otra  pregunta:
¿Quién soy yo? NECESITO SABER QUE SOY, QUIEN SOY, DE DONDE VENGO Y PARA DONDE VOY, A FIN DE CUIDAR DE MI MISMO!


La filosofía Espírita enseña que la criatura humana es un Espíritu inmortal, poseyendo su individualidad, personalidad propia, cargando un enorme bagaje de buenas o malas cualidades morales, acusando determinado grado evolutivo espiritual como resultado de milenios de experiencias reencarnatorias.

 A MODO DE CONCLUSION
Jesús  y el mundo:
"Si Jesús no tuviese confianza en la regeneración de los hombre y en el perfeccionamiento del mundo, no habría venido al encuentro de los hombres y no habría caminado por los oscuros caminos de la Tierra.

No podemos, por eso, perder la esperanza y no nos cabe el desánimo, delante las pequeñas y benditas luchas que el Cielo nos concedió, entre las sombras de las humanas experiencias.
Espíritus sublimes, salieron diplomados en santificación en la escuela del mundo, constituidos hoy en patrones benditos de la evolución terrestre.

No nos compete menospreciar el plano de aprendizaje que nos alimenta y nos abriga, que nos instruye y nos perfecciona.
Si el mejor no auxilia al peor, en balde aguardaremos la mejoría de la vida. Si el bueno desampara al malo, la fraternidad no pasaría de mera ilusión.            Si el sabio no ayuda al ignorante, la educación redundaría en mentira peligrosa. Si el humilde huye del orgulloso, surgiría el amor como vocablo inútil.

Si la virtud no socorre a las víctimas del vicio  y si el bien no se dispone a salvar a cuantos se arrojan a los despeñaderos del mal,  de nada serviría la predicación evangélica en el campo del trabajo que la Providencia Divina nos confió.

El Maestro no era del mundo, pero vino hasta nosotros para la redención del mundo. Sabía que sus discípulos no pertenecían al acerbo moral de la tierra, pero nos envió a convivir con los hombres para que los hombres se transformasen en servidores devotos del bien, convirtiendo el planeta en su reino de luz.
El cristiano que huye al contacto con el mundo, con el pretexto de resguardarse contra el “pecado”, es una flor parasitaria e improductiva en el árbol del Evangelio, y el Señor, lejos de solicitar ornamentos para su obra, espera trabajadores abnegados y fieles que se dispongan a remover el suelo con paciencia, buena voluntad y coraje, a fin de que la Tierra se habilite para la sementera renovadora del gran Mañana".

Espíritu: Emmanuel

Psicografía: Francisco C. Xavier

jueves, 31 de mayo de 2012

APRENDIZAJE (del libro Palabras del corazón)

Estudias ciencias y filosofías, artes e idiomas.
Para eso, gastas fuerza y tiempo.
Escucha.
El amor que Jesús nos trazó como camino de redención puede ser igualmente adquirido en ejercicio disciplinario.
Esforcémonos por alcanzarlo.
Los instructores son nuestros propios semejantes.
Algunos te buscan. Son aquellos que no te consideran o te agreden, a veces inconscientemente, junto a los cuales es posible aprender comprensión y tolerancia, desprendimiento y perdón.
Algunos otros precisas buscar. Son aquellos compañeros a quien debemos amparo, habitualmente domiciliados en la enfermedad o en la penuria, en el regazo frío de la noche o en ruinas abandonadas. Ve al encuentro de ellos, dales algo de la posesión o de la migaja que te sirven de apoyo a la existencia, pero déjales tu dádiva, iluminada con tu propio amor, a la manera del Sol, cuya luz luz te asegura la vida sin pedirte reconocimiento.
No demores el aprendizaje.
La matrícula es de libre acceso.
Entre tanto existe una condición para el éxito.
Auxilia y perdona sin hablar de eso a nadie.
El silencio es la base en la didáctica del amor, porque en todas las aulas, aunque, a veces, delante de mucha gente, estarás profundamente en ti y dialogando contigo en la presencia de Dios.
 Conserva encendida la lámpara de tu fe y sigue adelante, iluminando el camino.


                               FRANCISCO CÁNDIDO XAVIER
                                  POR EL ESPÍRITU MEIMEI

miércoles, 9 de mayo de 2012

SER ESPIRITA

Al entregar toda su vida al servicio del prójimo;
Perdonando, enseñando a los ignorantes; 
Usando la inteligencia, los instrumentos doctrinarios,
Espirita en la acción benevolente;
Haciendo a cada segundo la edificación de la caridad;
Participando oportunamente de la vida sin blasfemar; 
Socorriendo con los ojos, los oídos, los labios, las manos,
 los pies, el corazón, la inteligencia, la voluntad, el Espíritu 
de servicio a los hermanos desamparados que sucumbieron 
en el camino de la evolución.
Ser Espirita es sonreír para el trabajo;
Amando al prójimo en todas las situaciones;
Andando sin temor por las vías del mundo;
Trabajando y estudiando, viviendo en el ejercicio 
de la oración y la renovación con Jesús y Kardec.       

lunes, 7 de mayo de 2012

"EL EVANGELIO" - fragmentos - (Amália Domingo Soler).

El Evangelio encierra la savia de la vida:
sin él incertidumbre, sin él la oscuridad,
con él hay esperanza, esencia bendecida:
sin él todo es mentira, con él todo es verdad.


sin él pierde su objeto la dolorosa historia
del generoso mártir que sucumbió en la cruz,
sin él se ve la nada, con él se ve la gloria
sin él reinan las sombras, con él brilla la luz.

En él querido hermano, hallamos esa fuente
que dio al Espiritismo su inmenso manantial,
¡El Código del Ser Omnipotente!
¡Sus páginas encierran el bien universal!


¡Bendito el Evangelio! ¡Bendito siempre sea!
¡Historia de los tiempos! ¡Poema del dolor!
¡Feliz tu que conoces lo grande de su idea!
¡Feliz tu si comprendes que caridad es amor!


1876

(Tomado del libro "Ramos de Violetas" Tomo Segundo, Tercera Edición de la Casa Editorial MAUCCI, Barcelona - España. Pags. 203 y 204.)

martes, 1 de mayo de 2012

PRIMERO DE MAYO DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

El trabajo es siempre un vehículo de renovación y proceso dignificante, en cuyo ejercicio el hombre se eleva, elevando a la humanidad con él.
Sean cuales fueren tus posibilidades sociales o económicas ¡TRABAJA!


Canta conmigo;
Cantemos al TRABAJO.

A la luz del crepúsculo sereno,
que llena la tarde de arreboles,
y acerca el descanso dulce y bueno,
que nos libra del día y sus rigores.

A la aurora, la noble y buena amiga. 
Que con alegre placidez despierta,
nuestro cuerpo a la lucha del día, 
y nos otorga la primera alerta.

Canta conmigo, con voz fuerte,
llena de vigor y de entusiasmo; 
al dolor y al amor diles: ¡PRESENTE !
Al trabajo grítale: Acá ¡ESTAMOS!

Médium: Ramiro Flórez
Espíritu: MARIO   


jueves, 23 de febrero de 2012

LA JORNADA DE LA FRATERNIDAD (Richard Simonetti) del libro Cruzando la Calle

La dirección del centro estaba cuidando con mucho cariño la PRIMERA JORNADA DE LA  FRATERNIDAD, un ciclo de tres conferencias en que serían exaltados los valores de la vivencia  cristiana en la relación humana.
Fue convocada por la presidencia una reunión extraordinaria para tratar exclusivamente del  asunto. Varios casos entraron en discusión, estableciéndose la programación y los cargos de cada director:
Oradores invitados…
Divulgación…
Números Artísticos…
Composición de la Mesa…
Dirección de los Trabajos…
Oración de Cierre…
Aparatos de Sonido…
Distribución de Mensajes…
Sorteo de Libros…
Había mucha animación. Los asuntos fueron debatidos, problemas resueltos,  responsabilidades asumidas.
Un último asunto tomó el tiempo mayor de la reunión, porque nadie quiso asumir el encargo.
Hospedaje.
Los motivos se presentaron variados e inamovibles:
“Estoy con una pequeña reforma en la casa…”
“Mi casa es muy modesta. No estarían bien acomodados…”
“Mi esposa anda con jaqueca”
“Tendré  familiares de fuera…”
“No tenemos cuarto de huéspedes…”
“¡Los niños son terribles! No darían sosiego…”
Después de mucha discusión, en la imposibilidad de encontrar casas espíritas acogedoras, se  decidió que los  oradores invitados para la PRIMERA JORNADA DE LA FRATERNIDAD se  quedarían en un hotel.
                                                                 *****
¡Ya no hay espacio en los hogares para el ejercicio de la hospitalidad! ¡El coste de la vida muy  elevado, problemas domésticos, actividades profesionales, una existencia agitada, mil  compromisos!
Hay hasta espíritas tan empeñados en diseminar los principios espíritas que no tienen tiempo  para ponerlos en práctica, acogiendo compañeros que llegan para las labores doctrinarias…

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Y que es la Felicidad? (joseito, de "filigranas de luz")

                                  ¿Y que es la felicidad?

 Felicidad: es caminar hacia adelante
Con pasos firmes y alegría,
 Es mirar con optimismo el orizonte
  Para avanzar por el sendero de la vida.


Es hacer el bien sin recompensa
Al otro ayudar en la medida,
Es doblegar el orgullo y egoísmo
Para hacernos mejores cada dia.


Es tomar de Jesús sus enseñansas
Y ponerlas en práctica sencilla,
Es amar a Dios sobre las cosas
Y  al projimo tambien como él lo hacia.


Felicidad es este sentimiento
Tan lleno de paz y de armonía
Que solo experimernta aquel que lleva
Hoy y para siempre su conciencia bien tranquila.

 
 Es también el equilibrio
Entre el hombre del mundo y lo divino,
Es alegria peremne que sentimos
Por el deber rectamente cumplido.


Es sentir a Dios en nuestras vidas,
Es saber cuanto mas nos ama
Que nos dio a Jesús como modelo y guia
Y a Kardec que con su pedagogía nos llama.


Es amarnos siempre como hermanos
Olvidando diferencias de concepto,
Y es poner todo de nuestra parte
Para vivir plenamente el Evangelio.


  Que Él nos bendiga y nos enseñe siempre,
Que la felicidad es amar, amar y sin medida
Pues no hay otra forma para alcanzar la paz,
                                    Que perdonando y amando noche y dia.

jueves, 26 de enero de 2012

EL ESPIRITISMO Y LOS PODERES TEMPORALES (Humberto Mariotti)


I - El ESPÍRITU Reencarnado Frente al Estado

El Ser a la luz del Espiritismo es un Espíritu reencarnado que vive y permanece en constante transformación moral al penetrar mediante sus existencias sucesivas en los variados períodos de la historia. La venida de un Ser a la tierra representa para la concepción espírita del hombre y de la vida una reencarnación del Espíritu, es decir que en todo nacimiento existe un renacimiento. Pero el Ser al reencarnar no penetra en un medio donde su desenvolvimiento resulte una consecuencia de la propia libertad; el Ser reencarna en una nación determinada pero estará sujeto a las prescripciones de la Sociedad y el Estado. Entra en lo visible pero se somete al sistema social en vigencia. Reencarna para que se cumplan los determinismos éticos de su propio destino, lo que genera los estados existenciales a través de los cuales deberá pasar. La ley de sociedad acoge al Ser de acuerdo con las esencias morales que él ha desarrollado; se opera en su clima social situaciones por él mismo determinadas. Pero muchas veces esas situaciones no son comprendidas ni interpretadas por la Sociedad y menos por el Estado. Y esto ocurre porque el “sentido de la vida” que los fundamenta desconoce las profundidades metafísicas del Ser. El “mundo” de la Sociedad y el Estado es netamente materialista y considera al Ser como un complejo fisicoquímico, el cual podrá ser conformado de acuerdo con los intereses de la “ideología” sobre la cual se asienta. Para el Estado materialista no hay en el recién nacido una entidad que regresa al mundo; el Ser es para el Estado, primero, un ente social sobre quien tiene absoluto poder y después un “alma” relacionada con Dios si las instituciones religiosas así lo reclaman y sostienen.
De manera que el Estado está distante de un concepto preexistencial del Ser; el Espíritu reencarnado es antes una “creación” que una reencarnación, lo que hace que el Estado y la Sociedad no vean en él nada más que un ente en formación y no una manifestación espiritual. Ambos organismos están asentados sobre la única realidad para ellos existente: el mundo visible, pues lo invisible y menos lo espiritual no cabe dentro de tal concepción absolutamente materialista. Y al ser el hombre una mera “composición” biológica, el Estado no espera a un Espíritu que ya estuvo en él, sino que considera a todo nacimiento la consecuencia del apareamiento de los sexos. El Ser es la consecuencia de una función erótica de los seres y no una reencarnación del Espíritu.
Mientras las esencias del Estado y la Sociedad se apoyen sobre estructuras puramente materiales, el hombre no será otra cosa que un mecanismo al servicio de los poderes temporales. De ahí que la enseñanza que se imparte en las escuelas sea de carácter materialista; el niño es un instrumento plástico cuya mente podrá ser modelada de acuerdo con los cánones doctrinarios del Estado. Y es en esto donde el Espiritismo pugna por demostrarle al mundo de la cultura la espiritualidad humana y de toda forma de vida mediante hechos objetivos que no puedan ser rebatidos por el concepto materialista. Empero, estos esfuerzos por superar la objetividad del materialismo son condenados por las escuelas idealistas sin educir que sólo por los fenómenos mediúmnicos es cómo se contendrá el avance del nihilismo contemporáneo.
Se quiere una espiritualidad determinada y no la que surja de los hechos, y es aquí donde está el debilitamiento de la verdad espiritual, pues se olvida que frente a un Estado materialista sólo los hechos pueden obligarlo a cambiar de rumbo en las concepciones filosóficas que sustenta acerca del hombre.
El Espiritismo no está en contraposición con ninguna filosofía idealista, pero reconoce que sus principios son muy endebles como para conmover las férreas concepciones materialistas del Estado moderno. Téngase presente que en él ni lo cristiano logra penetrar como corresponde; lo ético mismo para la Sociedad es sólo una regla de conducta conveniente para el mantenimiento del orden; pero de acuerdo con el concepto materialista del Ser lo ético es un epifenómeno carente de objetividad frente al estado de conciencia imperante. La fuerza reemplaza de continuo a la razón y sobre quien recae esta contradicción moral es sobre la Sociedad constituida por numerosas colectividades de Espíritus reencarnados. Es así como se generan los grandes contratiempos históricos que se erigen en los principales factores para entorpecer las formas normales y pacíficas del desarrollo de la ley de progreso.
El Estado y la Sociedad no hallan correspondencia armónica entre sí cuando no se reconocen esencialmente como una sola expresión del progresó general de la humanidad. Pero cuando la filosofía de la historia llegue a considerar que Estado y Sociedad no son más que la consecuencia moral de la reencarnación de los Espíritus, no queda otra cosa que admitir una política de paz, fraternidad y entendimiento, puesto que todo Ser es un mundo moral en pequeño que, a la luz de la reencarnación, puede resultar la base gigantesca de nuevas y avanzadas formas del devenir moral y social. Esto estaría indicando que el ser que nace puede resultar el portador de una nueva orientación en la marcha del progreso y que nada ni nadie es pequeño e insignificante frente al resto de los demás.
La lógica y la justicia a aplicarse en la consideración del hombre y el ciudadano deberán basarse en la más profunda comprensión espiritual. Nadie pues es un ente moral degradado para siempre porque en todo ser reencarnado existe la posibilidad de transformarse en un hombre de bien.
La ley de la reencarnación lleva al Estado y a la Sociedad a reconocer que en todo Ser existe un tiempo de transitoriedad, es decir que le permite al Espíritu abandonar su imperfecto clima moral para penetrar en otro límpido y superior si sus esfuerzos así lo desean. De manera que a la luz de la filosofía moral del Espiritismo todo está llamado a transformarse en bien, ya que el mal no es más que un estado transitorio del Espíritu. Para la moral espírita el mal no es fijo ni permanente ni duradero; el mal por razones de evolución está llamado a transformarse en bien en virtud de un proceso dialéctico que ilumina la esencia espiritual del hombre y de la naturaleza.
Cuando el Estado se integre a la concepción espiritista de la vida, los hombres no serán considerados máquinas, sino Espíritus reencarnados que vuelven a penetrar en el proceso histórico por designio de la voluntad divina hasta alcanzar su perfeccionamiento moral.






II - La Evolución Espiritual del Estado

El Estado es un ente que percibe el clima social a través de la sensibilidad de quienes están instalados en él; de ahí que lo político tiene mucha relación con lo espiritual y lo religioso puesto que si el hombre político-religioso no penetra en los ámbitos del Estado su posición moral estará distanciada de toda visión trascendente. El mismo Ser absoluto de Hegel si no es penetrado por un hombre metafísico no se le comprenderá como a una “porción” de entes reunidos que deberán separarse para adoptar su individualidad y avanzar mediante etapas y transformaciones que sobrepasen las “sustancias estáticas” de la naturaleza.
El Estado posee una esencia, que deberá espiritualizarse mediante la instalación en él de Espíritus superiores y de conciencias iluminadas por un conocimiento profundo del universo. El Estado será transformado por la encarnación en él de Espíritus iluminados que reunidos le darán una nueva fisionomía social y hasta económica. De este modo brillará en él el Espíritu Divino de Jesús y el hombre será en sus múltiples dimensiones no una “formación material”, sino una reencarnación espiritual por cuya razón se transformará en cuna fraterna y acogedora para los que vuelven a entrar en sus estructuras sociales mediante el cumplimiento de la ley palingenésica. El Estado a la luz del Espiritismo devendrá un ser colectivo conformado por un número de seres capacitados para regir armónicamente la marcha evolutiva de la sociedad.
El Estado devenido un ser colectivo se transformará en un senado donde la reencarnación será la primera ley moral para interpretar los fenómenos individuales y colectivos. Esta visión espírita del Estado hará que deje de ser un severo vigilante para el Espíritu reencarnado. Devendrá pues un mundo moral que verá en cada nacimiento la llegada de un Espíritu que reencarna para proseguir su progreso moral. En esta situación el Estado no será una “fuerza de gobierno” sino un organismo espiritual en continua relación con los elevados planos del mundo invisible.
Ahora bien, el Estado positivo-materialista es un poder material que sólo aspira a dominar por la fuerza. En su constitución no hay Espíritus; lo que conforma su esencia es la fuerza y el poder; pero el Estado está llamado a evolucionar sobre la base moral de la ley de sociedad. Esta ley es precisamente una demostración de lo que representan los Espíritus desencarnados en la organización social. El único poder real que le dará vigor y consistencia al Estado será un verdadero sentido de la vida cuya expresión moral se manifestará a través de la ley de justicia, amor y caridad.
En efecto, tal como lo ve el Espiritismo, la sociedad existe a causa de esa reunión de entidades espirituales que se aglutinan en un determinado lugar geográfico, determinado, así una nación o asociación de personajes espirituales. De esta asociación surge la sociedad con sus leyes y constituciones las cuales tienen la validez moral que le confieren la ética práctica de los Espíritus allí reencarnados. El Estado suele imponerse a la Sociedad cuando carece de una visión espiritual del hombre y de la historia, es decir que gobierna severamente al ignorar las leyes espirituales que impulsan al proceso histórico. Pero cuando tanto el Estado como la Sociedad se reconozcan como entidades colectivas animadas por Espíritus reencarnados, regirá los movimientos físicos y psíquicos de las naciones la ley de justicia, amor y caridad (ver El Libro de los Espíritus, Cáp. XI; 873).
La sola idea de nacimiento no es suficiente para conocer el misterio del origen de las asociaciones humanas y del poder temporal o espiritual que alcanza el Estado. Empero, con el conocimiento de la ley de reencarnación de los Espíritus todo lo natural como lo social y político se presentan como elementos determinados por la reencamación de entidades espirituales. Se conoce así que el hombre no es ajeno a lo espiritual sino que es la consecuencia de la reencarnación de los Espíritus en la Tierra.

La Historia, el Estado, la Sociedad sin una viva relación con lo pasado son fenómenos sin significación moral ni espiritual. El tiempo y el espacio son medidas ineficaces para valorar el proceso dramático y viril de las edades. El tiempo y el espacio son realidades si no sufren una solución de continuidad que las distancie entre sí y de los proceso-situaciones de la Historia Universal. Porque la Sociedad, el Estado y la Historia no son fragmentos separados, por el contrario están unidos por un tiempo y un espacio que fluye de un incesante devenir espiritual, es decir que sus esencias pertenecen a una misma fuente ontológica. A la luz del Espiritismo se pone de manifiesto un preexistir, no sólo para el Ser sino tam­bién para los fenómenos del proceso universal. Es decir que la Sociedad, el Estado y la Historia están unidos a lo pasado espiritualmente y que son escenarios sobre los cuales actúan los Espíritus reencarnados y desencarnados.
La Sociedad, el Estado y la Historia no caben dentro de un tiempo deténido en un presente estático. Es realizar teorizaciones irreales si el pensamiento abarca sólo el presente; la validez ontológica de todo saber histórico radica en el conocimiento preexistencial de los hombres y los hechos. Pensar en un proceso metafísico del Ser sin una conciencia preexistencial de lo histórico, es estar hablando con entes muertos que no responden al quehacer profundo de la filosofía.

Texto publicado na revista Aurora, nº 5 - ano III, fevereiro de 1981 - Rio de Janeiro-RJ.
Humberto Mariotti (1905-1982), poeta, escritor, jornalista, conferencista e intelectual espírita portenho. Foi presidente da Confederação Espírita Argentina de 1935/1937 e 1963/1967. Esteve, junto com Manuel S. Porteiro, no Congresso Espírita Internacional de Barcelona (1934). Foi também vice-presidente da Confederação Espírita Pan-Americana (Cepa) em duas gestões. Escreveu, dentre outras obras: Dialéctica y Metapsíquica; Parapsicologia y Materialismo Histórico; El Alma de los Animales a Luz de la Filosofia Espírita; En Torno al Pensamiento Filosofico de J. Herculano Pires; Victor Hugo, el Poeta del Más Allá; Los Ideais Espíritas en la Sociedad Moderna.




jueves, 12 de enero de 2012

El Horoscopo - Richard Simonetti - (del libro Cruzando la Calle)

Alcibíades Dulcidio leía el periódico mientras espera el café preparado por la esposa. Se detuvo  en el horóscopo, observando su signo:
“Las influencias astrales son negativas. Habrá tendencia para la irritación. Cuidado con la  dirección de su automóvil. Controle las comidas, evitando problemas digestivos”.
– Por lo visto –comentó – estoy de “bajo astral”.
– Mira, muy bien, todo eso es una tontería…
– ¡Tonta eres tú hablando de lo que no sabes!... ¡Se trata de una ciencia!
– Pseudo…
– ¡No seas ignorante! ¿Será que siempre me tienes que contrariar?
Alcibíades mal termina de desayunar. Sale sin despedirse, irritado. Toma el coche y, aun  enfadado por la “grosería” de la mujer, no repara en un ligero desvío de la dirección, lo que lo  lleva a raspar una de las aletas en la pared, abollándola.
Reprobando íntimamente a la esposa, a quien considera culpable por el accidente, partió para  la oficina. Trabajó con dificultad, sin conseguir superar la incómoda intranquilidad, en base a  los acontecimientos de la mañana. No almorzó bien, acometido por una terrible acidez. Fue un  día pésimo, coronado por una áspera discusión con un subordinado.
A la mañana siguiente, él vuelve a leer su horóscopo.
“Día favorable. Tendrá alegrías en el hogar. Irá todo muy bien en el servicio profesional. Salud  perfecta en ese periodo”.
Dulcidio se animó. No se atrevió a comentar más con la mujer, pero suelto, charló durante  algunos minutos y, en la despedida, la beso, cariñosamente. Hizo un óptimo viaje camino a la  oficina, estimulado, eufórico. No hubo problemas digestivos. Almorzó tranquilo. Pidió  disculpas al funcionario que agredió verbalmente. ¡Un óptimo día!
Al salir del trabajo, por la tarde, no se contuvo. La redacción del periódico quedaba allí en las  inmediaciones. Fue hasta allí. Quería conocer al astrólogo y felicitarlo por la exactitud de sus  predicciones.
En aquella hora la redacción estaba casi desierta. Encontró apenas a un chico que escribía algo.
Preguntó por el titular de la columna astrológica.
– No tenemos…
– ¿No? ¿Y quién hace las predicciones?

– Soy yo. Ahora mismo estoy preparando el horóscopo de mañana.
– ¿Eres aprendiz de Astrología?
– No entiendo nada del asunto. Pero no es difícil. Hay centenas de predicciones escritas  ya. Es sólo copiar…
– ¿Y hay una orientación para seleccionar los textos?
– ¡No, señor! Las cojo  y los pongo al acaso…
Dulcidio dejó la redacción aturdido.
– ¡Dios, mío!  –Comentó consigo mismo– Si por engaño escribieran que los nacidos en  determinado signo van a morir en aquel día, ¡son capaces de matar a mucha gente!...
                                                                           
                                                          
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 El hombre es señor de su propio destino. Las influencias más serias que vengan a sufrir se  condicionan a su propia voluntad…


Por eso, los vaticinios relacionados con la vida diaria, basados en meras especulaciones  astrológicas, solamente se concretan en la medida en que les demos el aval de la aceptación.