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OBJETIVOS: . Promover el estudio, la difusión y la práctica de la Doctrina Espírita, prestando atención fraterna a las personas, .que buscan esclarecimiento, orientación y amparo para sus problemas espirituales, morales y materiales; .y que quieran conocer y estudiar la Doctrina Espírita en sus aspectos científicos, filosóficos, sociales, morales, espirituales y religiosos.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Necesidad del dolor (LEON DENIS)


Necesidad del dolor El alma debe conquistar uno a uno todos los elementos, todos los atributos de su grandeza, de su poder, de su felicidad y para eso precisa del obstáculo de la naturaleza resistente, bien hostil, de la materia adversa, cuyas exigencias y rudas lecciones provocan sus esfuerzos y forman su experiencia. De ahí, en los estadios inferiores de la vida, la necesidad de las pruebas y del dolor, a fin de que se inicie su sensibilidad y al mismo tiempo, se ejerza su libre albedrio y crezcan su voluntad y su conciencia. Es indispensable la lucha para hacer posible el triunfo y hacer surgir al héroe. Sin la iniquidad, la arbitrariedad, la traición, ¿Sería posible sufrir y morir por amor a la justicia?

Es necesario que haya sufrimiento físico y angustia moral para que el Espíritu sea depurado, se limpie de las partículas groseras, para que la débil centella, que se esta elaborando en las profundidades de la inconsciencia, se convierta en llama pura y ardiente, en conciencia radiosa, centro de voluntad, energía y virtud. 

martes, 27 de diciembre de 2011

VOLVERÁS POR AMOR (Emmanuel)

 

Ante el hambre de paz que atormenta tus días, seguramente ya soñaste con la disposición de reposar, más allá de la muerte, recusando el cáliz de angustia que la existencia carnal te sugiere…


Cultivas la virtud y aspiras, sin duda, a la recompensa natural que el trabajo irreprensible te granjeó. Sufres y reclamas consuelo…
Lloras y pretendes alivio…


Sin embargo, más allá de las fronteras terrestres, el amor fulgirá sublime, en tu corazón, como estrella sorprendente, pero entonces oirás los sollozos de aquellos que dejaste bajo la niebla del adiós… Escucharás las oraciones de tu madre y los ruegos de tus  hijos, como poemas de lágrimas desfalleciendo de dolor sobre tu cabeza invadida de nuevas aspiraciones y tocada de nuevos sueños.
Comprenderás la renuncia con más seguridad y ejercerás el perdón sin dificultad… La conciencia tranquila será una bendición para ti; con todo, el anhelo de ayudar vibrará en tu pecho inspirándote la vuelta.

Y reconociendo que el verdadero cielo no existe sin la alegría de aquellos que más amamos, regresarás por amor al campo de lucha para nuevamente experimentar y sufrir, esperar y redimir, adquiriendo el poder para ascensiones más elevadas, por cuanto, por la fuerza del bien puro, descubrirás con el Cristo de Dios la luz de la abnegación a horizontes más vastos, repitiendo también con Él, a los compañeros que nos impele siempre de aprendizaje, la divina promesa: – “En verdad estaré con vosotros hasta el fin de los siglos”, porque no hay felicidad para los hijos despiertos a Dios, sin que todos los hijos de Dios entren efectivamente en la posesión de la felicidad real.

(Mensaje recibido por Francisco Cándido Xavier, en Brasil)

lunes, 12 de diciembre de 2011

La Visita ( del libro cruzando la calle) Richard Simonetti


Argimiro  Peli dejó el Centro al final de la reunión vespertina del domingo. Era uno de los expositores, especializado en temas evangélicos, exaltando, con frecuencia, los valores de la fraternidad y del trabajo en beneficio del semejante.
De vuelta a su casa, en un edificio de apartamentos, le vino a la mente el recuerdo de un vecino, un muchacho solitario e introvertido que frecuentaba, eventualmente, las reuniones de asistencia espiritual. Necesitaba ayuda. No estaba bien emocionalmente. Un médium desajustado, ciertamente sufría la influencia de obsesores  desencarnados. Podría visitarlo. Miró el reloj: las dieciséis horas. ¡Muy tarde! Estaba cansado y había una película interesante en la televisión…
Entrando en el edificio, pasó delante del apartamento del muchacho. La puerta estaba entreabierta. ¿Y tocase, sólo para un saludo? Argemiro dudaba. Quería reposo. Además de eso, saldría a la noche. El saludo ligero acabaría extendiéndose, atrasando su pase. Quedaría para otro día…
Entro en su propio apartamento. Encendió la televisión, cogió el refresco de la nevera y, echándose en el sofá, suspiro, feliz… ¡Ah! Las delicias de un fin de domingo tranquilo, ¡sin ninguna preocupación!...
Mientras, el vecino no le salía de la cabeza: bien que podría buscarlo, haciéndolo sentir que había alguien que se interesaba por su bienestar. El muchacho necesitaba amigos…

¡No y no!” – Afirmo categórico para sí mismo- “¡Hay algún obsesor queriendo perturbarme mi reposo! ¡Pero no lo conseguirá!”



Y se sumergió en el programa de la televisión, sorbiendo, perezoso, la bebida. El sueño  llego despacito. Se reclino y durmió. Tuvo sueños confusos, con escenas de ambulancia y coches de policía en la calle al sonido de sirenas estridentes. Despertó, inquieto, las diecinueve horas. Se bañó, tomo una ligera cena y salió.
En la perta del edificio percibió un grupo de personas. Coche policial y una ambulancia estaban saliendo. Llevaban un cadáver. Su vecino se suicidó exactamente en aquel espacio de tiempo en que Argemiro, puesto delante de la televisión, resistía al impulso de visitarlo.
                                                                 *****
La intención del suicidio dispara alarmas en el Plano Espiritual, moviendo a familiares, amigos y orientadores espirituales que, con recursos a su alcance, intentan modificar a sus tutelados del gesto de desesperación. El suicidio es una tragedia de consecuencias siniestras, sumergiendo al Espíritu en tormentos inenarrables, además de ponerle serios compromisos en relación al futuro.
La gran dificultad de los benefactores del Mas Allá es que dependen de      instrumentos de buena voluntad entre los hombres. Y estos no siempre están dispuestos a atender sus apelos. Están la televisión, los compromisos sociables, los ocios intransferibles, la insuperable vocación para el descanso.

martes, 15 de noviembre de 2011

PARENTELA DIFÍCIL (Del libro Señal Verde)

Acepte la parentela difícil en la base de la generosidad y de la comprensión; en la certeza de que las leyes de Dios no nos enlazan, unos con los otros, sin causa justa.

El pariente-problema es siempre una prueba con que se nos examina  la evolución espiritual.

Muchas veces la criatura complicada que se nos agrega a la familia trae consigo las marcas de sufrimiento o deficiencias que le fueron impuestas por nosotros mismos en pasadas reencarnaciones.

No exija de los familiares diferentes de usted un comportamiento igual al suyo, por cuanto cada uno de nosotros se caracteriza por las ventajas o perjuicios que amontona en su propia alma.

No intente deshacerse de los parientes difíciles con aislamiento, sin necesidad, en casas de reposo, a costa del dinero, porque la desvinculación real vendrá en los procesos de la naturaleza, cuando usted haya alcanzado el pago de las propias deudas ante la vida mayor.

En las pruebas y conflictos del hogar terrestre, casi siempre, estamos pagando por el sistema de "al por menor" ciertas deudas asumidas al por mayor.

CHICO XAVIER  Por el Espíritu ANDRÉ LUIZ

jueves, 3 de noviembre de 2011

FILIGRANAS DE LUZ (Poema)

Señor, Señor...
ten piedad de mi
y de todo aquel
que no cree en ti.

Y si de pronto yo
me olvidé de ti
Ve, dile a mi guía
que no me deje así.

Abre mi corazón
y mi entendimiento,
para que yo te reciba
en mi sentimiento.

Y si en este momento
me estás escuchando,
mi corazón te dice
yo te sigo amando.

De ahora en adelante
te seré siempre fiel,
pues seguiré tus pasos
dime, que hay que hacer?

Ven pues Maestro mío
lléname de tu Amor y de tu Paz
para que en todo momento
yo te sirva más y más.
 
Joseito.

martes, 25 de octubre de 2011

EN ORACIÓN (Del libro Jesús en el Hogar)

En víspera de la partida del Señor, con rumbo a Sidón, el culto del Evangelio, en la residencia de Pedro, se revistió de justificada melancolía. Las actividades de estudio edificante proseguirían, pero el trabajo de la revelación, de algún modo, experimentaría interrupción natural.

La lectura de las conmovedoras páginas Isaías fue llevada a cabo por Mateo, con visible emotividad; mientras tanto, en esa noche de despedida, ninguno formuló cualquier indagación.

Intraducible expectativa  se reflejaba en el semblante de todos.

El Maestro, de por sí, se abstuvo de hacer algún comentario, pero, al finalizar la reunión, levantó los ojos lúcidos al cielo y suplicó fervorosamente:

-Padre, enciende Tu luz divina en torno de aquellos que olvidaron Tu bendición, en las sombras de la caminata terrestre.
Ampara a los que no se acordaron de repartir el pan que le sobra en la mesa harta.
Ayuda a los que no se avergüenzan de ostentar felicidad, al lado de la miseria y del infortunio.
Socorre a los que no se acuerdan de agradecer a sus benefactores.
Compadécete de aquellos que duermen en las pesadillas del vicio, transmitiendo herencia dolorosa a los que se inician en la jornada humana.
Levanta a los que olvidaron la obligación del servicio al prójimo.
Apiádate del sabio que ocultó la inteligencia entre las cuatro paredes del paraíso doméstico.
Despierta a los que sueñan con el dominio del mundo, desconociendo que la existencia de la carne es un simple segundo entre la cuna y el sepulcro, frente a la Eternidad.
Levanta a los que cayeron vencidos por el exceso de confort material.
Corrige a los que esparcen la tristeza y el pesimismo entre sus semejantes.
Perdona a los que recusaron la oportunidad de pacificación y marcharon diseminando la revuelta y la indisciplina.
Intervén en favor de los que se creen poseedores de engañoso poder y suponen locamente absorverle el juicio, condenando a sus hermanos.
Despierta a las almas distraídas que envenenan el camino de los otros con la agresión espiritual de los gestos intempestivos.
Extiende tus manos paternales a todos los que olvidaron la sentencia de muerte renovadora de la vida, que tu ley les grabó en el cuerpo precario.
Esclarece a los que se perdieron en las sombras del odio y la venganza, de la ambición extraviada y de la fría impiedad, que se creen poderosos y libres, cuando no pasan de ser esclavos, dignos de compasión, delante de tus sublimes designios.


Ellos todos, Padre, son delincuentes que escapan a los tribunales de la tierra, pero que están señalados por tu justicia soberana y perfecta, por delitos de olvido, ante el Bien infinito...


A esa altura, se interrumpió la rogativa.


Casi todos los presentes, inclusive el mismo Maestro, mostraban lágrimas en los ojos y, en lo alto, la luna radiante, en plenilunio divino, haciendo incidir sus rayos sobre la modesta vivienda de Simón, parecía clamar sin palabras que muchos hombres podrían vivir olvidados del Supremo Señor, entre tanto, el Padre de infinita Bondad y perfecta Justicia, amoroso y recto continuaría velando...
                                                            
                                                    NEIO LÚCIO

sábado, 22 de octubre de 2011

LA GRANDEZA DE LA BUENA NUEVA ( Revista Espírita "Buena Nueva")

Para la generalidad de los estudiosos, Cristo permanece ubicado en la historia tan sólo para modificar el curso de los acontecimientos políticos del mundo; para la mayoría de los teólogos, es un simple objeto de estudio, en las sagradas escrituras, imprimiendo un nuevo rumbo a las interpretaciones de la fé; para los filósofos, es el centro de polémicas interminables, y, para la multitud de los creyentes inertes, es el benefactor providencial en las Crisis inquietantes de la vida común.

Con todo, cuando el ser humano percibe la grandeza de la Buena Nueva, comprende que el Maestro no es tan solo el reformador de la civilización, el legislador de la creencia, el conductor del raciocinio, o un donador de facilidades terrestres, sino también, y por encima de todo, el renovador de la vida de cada uno de nosotros.

Logrando este ápice de entendimiento, la criatura humana ama el templo que le orienta en su forma de ser; sin embargo, no se limita a las reuniones convencionales para las manifestaciones de adoración, y, si, trae el amigo celeste al santuario familiar y al corazón, donde Jesús, entonces, pasa a controlar las pasiones, a corregir las malas maneras y a inspirar las palabras, habilitando al aprendiz a traducirle las enseñanzas eternas a través de acciones vivas, con las cuales espera el Señor extender el Divino reinado de la paz y del amor sobre la tierra.

Jesús continúa hablando a los compañeros en todas las latitudes. Que su voz incisiva y dulce pueda grabar en el libro de nuestra alma la lección renovadora de la que carecemos frente al porvenir, convirtiéndonos en sembradores activos de su infinito amor, es la mayor felicidad a la que podemos aspirar.
                                                               EMMANUEL

domingo, 16 de octubre de 2011

LA REALEZA DE JESÚS (Del libro del Evangelio Según el Espiritismo cap 2. item 4)

 El reino de Jesús no es de este mundo, esto es lo que comprenden todos; pero ¿no tendrá también su reinado en la tierra? El título de rey no implica siempre el ejercicio de un poder temporal; se da de común consentimiento a aquel a quien su genio le coloca en el primer rango en un orden de ideas cualquiera, que domina su siglo e influye sobre el progreso de la Humanidad. En este sentido se dice: El rey o el príncipe de los filósofos, de los artistas, de los poetas, de los escritores, etc. Esta realeza nacida del mérito personal, consagrada  por la posteridad,  ¿no tiene muchas veces una preponderancia mucho mayor que el que lleva la corona? La una es imperecedera, mientras que la otra es juguete de las vicisitudes; la primera siempre es bendecida por las generaciones futuras, mientras que la otra, a veces es maldecida. La realeza terrestre acaba con la vida; la realeza moral gobierna aún y sobre todo después de la muerte. Bajo este concepto, ¿no es Jesús un rey mucho más poderoso que muchos potentados? Con razón decía, pues, a Pilatos: Soy rey, pero mi reino no es de este mundo.

jueves, 13 de octubre de 2011

SI TUVIERES AMOR (Emmanuel)

"Si tuvieres amor, caminarás por el mundo como alguien que transformó su corazón en llama divina para disipar las tinieblas...

Encontrarás en los calumniadores almas sin vigilancia que la ponzoña del mal entenebreció, y perdonarás toda ofensa con la que te martiricen las horas...

Sorprenderás en los maldicientes a criaturas desprevenidas que el veneno de la crueldad enloqueció, y disculparás toda injuria con la que te depriman las esperanzas...

Reconocerás la ignorancia en toda manifestación contraria a la justicia y descubrirás la miseria como fruto de esa misma ignorancia en todas partes donde el sufrimiento plasma la cárcel de la delincuencia, el desierto de la desesperación, el infierno de la revuelta o el pantano de la pereza...

Si tuvieres amor sabrás así, cultivar el bien a cada instante, para vencer el mal cada hora...

Y percibirás, entonces, como el Cristo fustigado en la Cruz, que tus más recalcitrantes perseguidores, son solo niños de corto entendimiento y de sensibilidad enfermiza, que es preciso comprender y ayudar, perdonar y servir siempre, para que la gloria del amor puro, aun en los suplicios mismos de la muerte, nos yerga el espíritu imperecedero a la bendición de la vida eterna."

(Primer mensaje recibido por el médium  Francisco Cándido Xavier, en Uberaba, Minas Gerais, Brasil)

lunes, 10 de octubre de 2011

EN LOS DOMINIOS DE LA VOZ (del libro Señal Verde)

Observe como está su voz, porque la voz es uno de los instrumentos más importantes en la vida de cada uno.

La voz de cada persona está cargada  por el magnetismo de sus sentimientos.

Hable en tonalidad no tan alta que asuste  y ni tan bajo que cree dificultades a quien oiga.

Es siempre aconsejable repetir con paciencia lo que ya fué dicho al interlocutor, cuando sea necesario, sin alterar el tono de voz, entendiendo que no todas las personas tienen audición impecable.

A quién no disponga de facilidades para oír, nunca decirle frases como estas: "¿Usted está sordo?", "¿Usted quiere que yo grite?", "¿Cuantas veces quiere usted que yo hable?" o "Ya me cansé de repetir eso".

La voz descontrolada por la cólera, en el fondo, es una agresión y la agresión jamás convence.

Converse con serenidad y respeto, colocándose en el lugar de la persona que oye y educará sus manifestaciones verbales con mas seguridad y provecho.

En cualquier telefonema, recuerde que en el otro lado del hilo está alguien que necesita de su calma a fin de mantener la tranquilidad.
                                        CHICO XAVIER   -   Por el Espíritu ANDRÉ LUIZ

lunes, 3 de octubre de 2011

¿CULTO DEL EVANGELIO O TRIBUNAL?

- Entonces, doña Justina, ¿como va el ambiente del hogar, después de la institución del Culto del Evangelio?- Pregunta Orestes García, experimentado dirigente Espírita.
- Para decirle la verdad, no noté mucha diferencia. En algunas reuniones hemos tenido hasta problemas...
- Tal vez no hayan acertado, aun, con la orientación precisa. Me gustaría participar del próximo. ¿Será posible?

Respuesta afirmativa al apologista del estudio de las enseñanzas de Jesús en el hogar, participando del culto con la familia de doña Justina. Después de la oración, Carlos, el hijo mayor, abrió "El Evangelio Según el Espiritismo" y leyó las observaciones de Jesús, constantes de Mateo, cap. 5º, vers. 21 y 22 :

"Sabéis que fue dicho a los antiguos: - no matareis y quien quiera que mate merecerá la condenación por el juicio. Yo sin embargo, os digo que quien quiera que entrara en cólera contra su hermano, merecerá condenación en el juicio; que aquel que dijera a su hermano raca, merecerá ser condenado por el consejo; y que aquel que dijera; está loco, merecerá ser condenado por el consejo; y que aquel que dijera; está loco, merecerá ser condenado en el fuego del infierno"

La dueña de la casa inicia los comentarios:

- Bien, he hablado mucho al respecto con José. El, de vez en cuando, "pierde los estribos" y se pone a gritar, hablando lo que debe y lo que no...
- No te olvides que tú no te quedas atrás. - se defiende el marido- No han sido pocas las veces en que me mandas al infierno...
- Pienso que ninguno de los dos debe protestar. -interrumpe Carlos- He  sido victima de las irritaciones de papá y mamá. Hay días en que me perturban tanto que tengo ganas de irme...
- Yo también. -añade Laura la sirviente- principalmente  por tu causa, jovencito. Oigo pocas y buenas de tu parte, por una arruga en la camisa o una comida no enteramente a tu gusto.

El ambiente se estaba perturbando. La discusión tomaba dimensiones grandes. Orestes intervino, providencialmente:

- Calma, amigos, estamos reunidos en nombre de Jesús, a la luz de la oración. Acabo de descubrir porque el Evangelio no está yendo bien aquí, con los beneficios que lo caracterizan. Es que ustedes usan las lecciones de Jesús como jueces para pronunciar condenas. La lectura de la Buena Nueva no se destina "a los otros". Debe hablar a la intimidad de nuestra conciencia. No debemos usarla para fiscalizar al semejante y, sí, como orientación, para nuestro propio comportamiento...

Observando que sus ponderaciones calmaban los ánimos, acentuó:

- En la interpretación correcta de este pasaje, cuestionémoslo nosotros mismos: ¿Me he irritado con el
prójimo?  ¿Uso  de comprensión y buena voluntad en el trato con aquellos que me rodean? ¿ Hablo con suavidad ? ¿Evito agresiones verbales? ¿Contengo malas palabras? Si volviesen hoy al Más Allá, ¿Cual sería mi posición espiritual, considerando el tipo de relaciones que mantengo con familiares y amigos, superiores y subordinados?

Interpretando el sentimiento general, José se disculpó.

- ¡No perdono!...- Dice, solemne, el visitante.

Sonrió, concluyendo:

-Si estuviese pensando en perdonar, tampoco yo me estaría colocando en la posición de juez, a obrar con magnanimidad, cuando no paso de un mero aprendiz, intentando errar lo menos posible, consciente de que no tenemos el derecho de juzgar a nadie...Por eso, no hay nada que perdonar.

                                                               *****

En el Evangelio encontramos siempre dos orientaciones precisas e inconfundibles:

Es necesario edificar el Bien.


Es necesario eliminar el Mal.

Para ser eficientes en ese empeño es de fundamental importancia tener siempre presente que:

En el empeño del Bien somos invitados a pensar en lo que le falta al semejante...

En el combate al Mal debemos pensar qué sobra en nosotros...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

CON MENOS QUEDÓ PEOR (Del libro Cruzando la calle)

.Jonás y Susi se identificaban en un mismo deseo: tendrían seis hijos. iPor qué no cinco o siete?
no sabían responder... Era lo que sentían, desde los primeros tiempos de enamorados,
imaginándose felices, altiempo con media docena de niñitos..'
no existían problemas financieros. El tenía un buen empleo, con un futuro prometedor. Se
casaron eufóricos, unidos por el afecto, impulsados por las perspectivas de muchos hijos...
los años siguieron su curso inexorable, el amor entre ellos se mantuvo, pese a los viejos
problemas de relaciones humanas. Por encima de todo eran espíritus amigos, pero el ideal
soñado comenzó a enfriarse, desde el nacimiento del primer hijo, portador de una grave
Limitación mental. El segundo saludable e inteligente, pero inqu¡eto exageradamente, daba
trabajo por mil...
Por eso. Cuando Susi se quedó embarazada por tercera vez, tomó la decisión inapelable: sería
el último hijo. Jonás no discutió. También se desilusionó de la prole numerosa: mucha
preocupación, mucho dolor de cabeza...
Nacido el bebé, una linda niña, simultáneamente fue preparada la cirugía esterilizadora...
trompas seccionadas y ligadas, el anticonceptivo definitivo...
Ambos se sentían aliviados, pero los bienhechores espirituales lamentaron la grave decisión,
contra la cual habían trabajado mucho junto a la pareja, por cuanto la intención inicial no se
configuraba en mero capricho. Era el reflejo de compromisos asumidos delante de la
Espiritualidad. Seis Espíritus reencarnarían como sus hijos, obedeciendo al amplío programa de
servicio redentor.
La cirugía drástica prendió en el Más Allá a los tres últimos: uno enemigo férreo, con el cual
deberían armonizarse, favorecidos por los lazos de la consanguinidad y las bendiciones del
olvido; una víctima de sus caprichos, precipitada en tortuosos caminos, para cuya
rehabilitación deberían cooperar, y una noble entidad, poseedora de vastos patrimonios de
virtudes, que los ayudaría como un ángel guardián, más tarde, cuando viniesen a enfrentar los
graves problemas kármicos.
Rechazado irremediablemente, los tres espíritus reaccionaron según su posición evolutiva; el
primero se hizo obsesor de los futuros padres, complicándoles la existencia; el seguhdo se
situó como alma en pena en el ambiente doméstico, imponiendo a la pareja penosas
impresiones; el tercero volvió a las esferas más altas, ante la imposibilidad de una ayuda más
efectiva a sus tutelados, en la condición de hijo...
Y la existencia de Susi y Jonás, que sería trabajosa y sacrificada con seis hijos, se volvió peor,
apenas con tres...
                                                                      ****

Ocioso es discutir sobre la legitimidad de la planificación familiar. Si los padres tienen la responsabilidad de cuidar de los hijos, es elemental su derecho de decidir si desean tenerlos.
Se resaltan, aun, que esa planificación generalmente remonta a la Espiritualidad, con el concurso de generosos y sabios mentores, antes de la vuelta a la carne, cuando las parejas tienen una visión mas objetiva de sus necesidades evolutivas que, no es raro que envuelvan a una prole numerosa.
El problema es que, llegados a la tierra, se distraen de las finalidades de la existencia y, transitando por las nebulosas de la ilusión, deciden limitar la natalidad, contrariando la propia conciencia, que les dice
 inarticuladamente, en lo hondo del alma, que aun hay nacimientos programados para su hogar. Con eso transfieren para el futuro inciertas experiencias necesarias a la propia edificación.

                                                                     Richard Simonetti

viernes, 23 de septiembre de 2011

LA MORATORIA (del libro Cruzando la Calle)

Eronildo Gustavo era muy estimado en los círculos de sus relaciones, particularmente en la comunidad Espírita de la cual participaba. Servidor incansable, permanecía atento a los sufrimientos ajenos, procurando aminorarlos  con los recursos materiales y espirituales. En la tribuna a todos encantaba con su verbo fluido y esclarecedor. Escribía paginas bellísimas... Uno de los beneficiados de sus iniciativas le decía, impresionado:
-¡Admiro profundamente su trabajo! Su actividad es altamente meritoria...
-Meritoria, no. Moratoria.
-¡?!
-Estuve mucho tiempo enfermo hace quince años. Un mal que me amenazaba con la silla de ruedas. Como ocurre con mucha gente, busque consuelo y cura en el Espiritismo. Me dieron trabajo. El mentor espiritual que me atendió uso la sinceridad:
"El amigo fue muy osado en el pasado. Siguió por caminos tortuosos. La inmovilidad se le diera benéfica. Veo, entre tanto,  que detenta aprecibles potenciales. Es un hombre de inteligencia e iniciativa. Le propongo una moratoria. Le restituiremos la posibilidad de andar, pero esperamos su dedicación a las tareas del Bien. Mas tarde pasará  por una  reevaluación de sus débitos, asunto entre usted y el creador."

-¡Que extraño! No sabía que podemos alterar el Destino de forma tan radical. Hubo un cambio de programación en su existencia...
-En verdad modelamos diariamente el propio destino con nuestras acciones. E incluso en relación a los grandes eventos de la existencia, pueden ocurrir cambios significativos. Condicionados a nuestro comportamiento o las iniciativas del plano espiritual en nuestro beneficio. No existe fatalidad absoluta, a no ser en cuanto al destino final. Fuimos creados un día para el bien y allá llegaremos un día, queramos o  no, porque es la Voluntad de Dios, que no falla jamás en sus objetivos.
-¿Y la cura? ¿Se dio pronto, desde que estuvo de acuerdo con la proposición?
-Llevó tiempo, partiendo del un tratamiento espiritual que me restituyó la salud, al mismo tiempo en que los mentores espirituales evaluaban mis disposiciones íntimas, para verificar si yo estaba simplemente impresionado por las perspectivas de restablecimiento físico o me disponía a servir realmente.
_¿Y nunca pensó en desistir del servicio, después  de la recuperación? Parece que es común que eso ocurra..
-No soy una excepción. También   pensé en "cuidar  de la vida" varias veces.
-Cultivó la perseverancia...
-¡No! ¡ fuí  "desgraciado" igualmente! El miedo de volver a la situación  anterior.Acabó gustándome...
La actividad en el campo Espírita nos ofrece incomparables alegrías. Deja a la gente en paz con la existencia, pese a los problemas.
-¿Ataques al Espiritismo?
-Achaques de los espíritas. No somos diferentes del hombre común. En toda agrupación humana hay dificultades en la relación con otras personas. La vivencia cristiana, favoreciendo una convivencia  perfecta, aún es un ideal distante.
 Y sonriendo, Eronildo se despidió:
-A pesar de los percances, todo irá bien si mantenemos la disposición de enfrentar mares de irritación y falta de atendimiento, evitando incurrir en marcha atrás en el  proceso de nuestra renovación.

                                                             ****
Somos todos deudores en moratoria. Nos faltan condiciones para soportar el cobro integral de nuestras deudas para con la Justicia Divina.
No todos, mientras tanto, tienen condiciones para recibir beneficios mayores. Desatentos a la necesidad de luchar contra la comodidad y la ilusión, el recurso es dejarlos con sus problemas, sufrimientos y dolores, a fin de que no se comprometan en endeudamientos mayores.


                                                                                   Richard Simonettl

martes, 20 de septiembre de 2011

EL ELIXIR MILAGROSO (del libro Cruzando la Calle )

Mario kleber, dedicado pediatra, hacía su última visita a la guardería espírita, donde prestaba asistencia médica a ciento cincuenta niños, antes de emprender un largo viaje.

             -Están todos bien. Mi preocupación es Johny. Muy debilitado, no va reaccionando a la medicación.
              En las dos veces en que lo internamos, experimentó mejoras, pero no fueron satisfactorias...
             -También, podría, -comenta Margarida, funcionaria encargada de la guardería- ¡en las condiciones
               de su casa es un milagro que esté vivo!...
             - Ese milagro se repite con millones de criaturas. En su caso, mientras, parece haber una deficiencia      
               congétita. Lo poco que conseguimos aquí, en el sentido de fortalecerlo, queda perdido cuando
               vuelve a casa.
Johny tenía un año. Pesaba como un niño de cinco meses, extremadamente débil, victima de infecciones persistentes e invencibles desarreglos intestinales.
El padre, cuya iniciativa sobre el hijo se limitó a la elección de un nombre inglés, que sonaba extraño en un niño poco desarrollado, era alcohólico impenitente, alérgico al trabajo. Quien garantizaba el sustento era la esposa, si es que se puede sustentar a una familia de cinco personas con un salario mínimo. La  salvación estaba en la guardería, donde las tres criaturas pasaban el día, en cuanto ella desempeñaba sus funciones de sirvienta doméstica y el marido deambulaba por los bares.

Mario preparó las recetas para Johny, orientó a Margarida, dio su dirección al colega que lo sustituiría en las emergencias y se despidió. Se sintió particularmente deprimido al retener al niño en sus brazos, imaginando que el Espíritu que animaba aquel cuerpecito débil pronto partiría, como ave dejando una jaula defectuosa. Al día siguiente emprendió su viaje.

Volvió a los cincuenta y cinco días. Su primer pensamiento al dirigirse a la guardería fue el mismo que lo acompañara. ¿Cómo estaría el niño?
Buscó a Margarida, la abrazó y luego preguntó:
-¿Y Johny?
-¡Ah! ¿Doctor! !Ni se lo imagina!
- No...
-¿Está mal?
-Venga a ver...

Lo llevó al rincón destinado al recreo... Sin contener la  sorpresa, el médico vio al niño gateando, rápido...Casi no lo reconoció. Engordó, estaba colorado, sonriente...
-Un gordote, ¿no? ¡Y como le gusta comer!...¡No hay alimento que le llene!
¡Desaparecieron las infecciones! ¡El intestino está como una " joya "!...
-¿Qué ocurrió?¿Le dieron algún remedio milagroso?
-¡Eso mismo! ¡Un elixir infalible!
-¿Es caro?
-¡No costo nada!
-¿Como se llama?
-¡Amor!
-¿Amor?
-Sí. Cuando el señor viajó, comenté el problema con Rea Silvia, una de las voluntarias de la guardería y ella "mató la dificultad",explicando:

"Creo que le falta  a Johnny un poco mas de cuidado, de cariño, de dedicación, no soló aquí en la guardería, y sí, sobre todo,en la casa. El necesita de mucha atención, las veinticuatro horas del día."

-¿ Y sabe, doctor?, ella misma se ofreció a darle todo eso.Pidió permiso a los padres y llevo al niño para su casa, donde rodeado por su cariño, así como del marido, igualmente dedicado a  servicios asistenciales, y dos hijos, que se desvivían por tener al niño y él comenzó a desarrollarse. Pasada la fase crítica, rehecho y fuerte, fue devuelto a la familia, permaneciendo bajo nuestro control y de Rea Silvia, siempre presente.El resultado es ese que estamos viendo.
Bendito remedio -comento feliz el pediatra-Creo que debemos iniciar, con urgencia, una nueva campaña.¡Necesitamos de muchos donadores de Amor, a fin de que nuestros niños superen los traumas de la miseria y crezcan fuertes y saludables como deseamos!

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Nada enriquece mas la existencia que el Amor.

Con él amenizamos dolores ajenos, curamos enfermos, confortamos afligidos, relevamos ofensas, superamos la falta de entendimiento, promovemos reconciliaciones, distribuimos alegrías, aligeramos tristezas....

Si raros son los que se dispones a semejantes realizaciones es porque las criaturas humanas aun no comprendieron que el Amor beneficia, sobre todo, a aquellos que lo ejercitan,favoreciendo su ingreso en  estados de sensibilidad y emoción habilitándolo a la felicidad plena.

                                                                                                    Richard Simonetti