Observe como está su voz, porque la voz es uno de los instrumentos más importantes en la vida de cada uno.
La voz de cada persona está cargada por el magnetismo de sus sentimientos.
Hable en tonalidad no tan alta que asuste y ni tan bajo que cree dificultades a quien oiga.
Es siempre aconsejable repetir con paciencia lo que ya fué dicho al interlocutor, cuando sea necesario, sin alterar el tono de voz, entendiendo que no todas las personas tienen audición impecable.
A quién no disponga de facilidades para oír, nunca decirle frases como estas: "¿Usted está sordo?", "¿Usted quiere que yo grite?", "¿Cuantas veces quiere usted que yo hable?" o "Ya me cansé de repetir eso".
La voz descontrolada por la cólera, en el fondo, es una agresión y la agresión jamás convence.
Converse con serenidad y respeto, colocándose en el lugar de la persona que oye y educará sus manifestaciones verbales con mas seguridad y provecho.
En cualquier telefonema, recuerde que en el otro lado del hilo está alguien que necesita de su calma a fin de mantener la tranquilidad.
CHICO XAVIER - Por el Espíritu ANDRÉ LUIZ
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