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OBJETIVOS: . Promover el estudio, la difusión y la práctica de la Doctrina Espírita, prestando atención fraterna a las personas, .que buscan esclarecimiento, orientación y amparo para sus problemas espirituales, morales y materiales; .y que quieran conocer y estudiar la Doctrina Espírita en sus aspectos científicos, filosóficos, sociales, morales, espirituales y religiosos.

lunes, 29 de diciembre de 2014


        

             EN EL SERVICIO CRISTIANO



imagen-Jesus-de-Nazaret         "Porque todos debemos comparecer ante
el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que hubiese hecho estando en el cuerpo,
sea bueno o sea malo." –Pablo. (11 Corintios, 5:10.)


         No falta quien vea en el Espiritismo un simple campo de experimentación fenoménica, sin ningún significado de orden moral para las criaturas.


         Muchos aprendices de la Consoladora Doctrina, de ese modo, se limitan a las investigaciones de laboratorio o se limitan a discusiones filosóficas.

        Es imperioso reconocer, sin embargo, que hay tantas categorías de hombres desencarnados, como de  encarnados.

        Entidades beligerantes, ligeras, rebeldes e inconstantes transitan en todas partes. Más allá de eso, surgen incógnitas y problemas para los habitantes de los dos planos.

        En vista de semejantes razones, los adeptos del progreso efectivo del mundo, distantes de la vida física, pugnan por el Espiritismo con Jesús, convirtiéndonos el intercambio en factor de espiritualidad santificante.

        Creemos que no se deben atacar otro círculo de vida, cuando no nos encontramos interesados en mejorar la personalidad en aquel que respiramos.

        No vale pesquisar recursos que no nos dignifiquen.

        Así es que para nosotros que suponemos traer el corazón despierto para la responsabilidad de vivir, Espiritismo no expresa simple convicción de inmortalidad: es clima de servicio y edificación.

        No adelanta guardar la certeza en la sobrevivencia del alma, más allá de la muerte, sin la preparación terrestre en la dirección de la vida espiritual. Y en ese esfuerzo de habilitación, no disponemos de otro guía más sabio y más amoroso que el Cristo.

        Solamente a la luz de sus lecciones sublimes, es posible reajustar el camino, renovar la mente y purificar el corazón.


        No todo lo que es admirable es divino. 
        No todo lo que es grande es respetable. 
        No todo lo que es bello es santo.
        No todo lo que es agradable es útil. 

        El problema no es sólo de saber. Es el de reformarse cada uno para la propagación del bien.

       Así, pues, amemos, al Evangelio sentido y vivido, comprendiendo el imperativo de nuestra iluminación interior, porque según la palabra oportuna y sabia del Apóstol "todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, a fin de que recibamos, de acuerdo con lo que realizamos, estando en el cuerpo, sea bueno o sea malo".


                                           EMMANUEL
  Pedro Leopoldo, 22 de febrero de 1950.

lunes, 22 de diciembre de 2014

REFLEXIONES, CONSEJOS Y MÁXIMAS DE ALLAN KARDEC  

           R.E. de marzo de 1859
Resultado de imagen para allan kardec           Médiums interesados
           Es preciso ubicar en la primera fila de los médiums
interesados a los que podrían hacer de su facultad una
profesión, dando lo que se acostumbra llamar consultas o
sesiones remuneradas. Sin ser ellos completamente iniciados
en el Espiritismo, se comprende lo que esto tendría de
degradante; pero cualquiera que conozca un poco las difíciles
condiciones en que los Espíritus buenos se comunican con
nosotros, su repulsa por todo lo que sea de interés egoísta,
y que sepa cuán poco es preciso para alejarlos, nunca podrá
admitir que los Espíritus superiores estén a disposición del
primero que los evoque a tanto por hora; el simple buen
sentido rechaza semejante suposición. ¿No sería también
una profanación evocar por dinero a su padre, a su madre, a
su hijo o a su amigo? Sin duda que de este modo se pueden
obtener comunicaciones, pero ¡Dios sabe de qué fuente! Los
Espíritus ligeros, mentirosos, traviesos, burlones y toda esa
turba de Espíritus inferiores vienen siempre; ellos están
siempre listos a responder a todo; San Luis nos decía el otro
día en la Sociedad: Evocad a una roca y ésta os responderá. El que
quiera comunicaciones serias debe, ante todo, compenetrarse
de la naturaleza de las simpatías del médium con los seres
Resultado de imagen para imagenes de chico xavierdel Más Allá; ahora bien, aquellas que dan afán de lucro no
pueden sino inspirar una muy mediocre confianza.

      Médiums interesados no son únicamente aquellos que
podrían exigir una retribución fija; el interés no siempre se
traduce en la expectativa de un lucro material, sino también
en los fines ambiciosos de cualquier naturaleza, sobre los
cuales se pueden fundar esperanzas personales; éste también
es un defecto que saben muy bien usar los Espíritus burlones
y del cual se aprovechan con una destreza y con una astucia
realmente notables, forjando mentirosas ilusiones en los
que así se colocan bajo su dependencia. En resumen, la
mediumnidad es una facultad dada para el bien, y los
Espíritus buenos se alejan de quien pretenda convertirla en
un trampolín para conseguir cualquier cosa que no responda
a los designios de la Providencia. El egoísmo es la llaga de la
sociedad, y los Espíritus buenos lo combaten; por lo tanto,
no es posible suponer que se pongan a su servicio. Esto es
tan racional que sería inútil insistir más en este punto.

Los médiums de efectos físicos no están en la misma
categoría: estos efectos son generalmente producidos por
Espíritus inferiores, poco escrupulosos en lo que respecta a
los sentimientos morales; un médium de esta categoría,
que quisiese explotar su facultad, podría por lo tanto
encontrar quien lo asistiera en esto sin gran repugnancia;
pero ahí también se presenta otro inconveniente. El médium
de efectos físicos, al igual que el de efectos intelectuales, no
ha recibido la facultad para su satisfacción personal: le ha
sido dada con la condición de hacer un buen uso de la
misma, y si de ella abusa puede serle retirada o incluso
volverla perjudicial a sí mismo, porque en definitiva los
Espíritus inferiores están subordinados a los Espíritus
superiores. Los Espíritus inferiores se complacen en
mistificar, pero no les gusta ser mistificados; si de buena
gana se prestan a las bromas y a las cosas curiosas, no quieren
que se los explote más que a los otros, y prueban a cada
instante que tienen su propia voluntad, que obran como y
cuando mejor les parece, lo que hace que el médium de
efectos físicos esté todavía menos seguro que el médium
escribiente, en lo que se refiere a la regularidad de las
manifestaciones. Pretender producirlas en días y en horas
fijas, sería dar muestras de la más profunda ignorancia.
Entonces, ¿qué hacer para ganar dinero? Simular los
fenómenos; es lo que puede suceder no sólo con quienes
hagan de ello un oficio deliberado, sino también con las
personas – aparentemente sencillas – que se limitan a recibir
cualquier retribución de los visitantes. Si el Espíritu no
produce manifestaciones, se lo suple: la imaginación es tan
fecunda cuando se trata de ganar dinero; es una tesis que
desarrollaremos en un artículo especial, a fin de ponerse en
Resultado de imagen para sesion de espiritismoguardia contra el fraude.
       De todo lo expuesto, concluimos que el más absoluto
desinterés es la mejor garantía contra el charlatanismo,
porque no existen charlatanes desinteresados; si dicho
desinterés no siempre asegura la buena calidad de las
comunicaciones inteligentes, quita a los Espíritus malos un
poderoso medio de acción y cierra la boca a ciertos
detractores.
                                         Textos extraídos de las obras de Allan Kardec

REFORMA ÍNTIMA



     La significación del Evangelio para el Espiritismo no debe ser simplemente religiosa o mística, sino iniciática: el hombre encaminándose por los caminos de la vida espiritual, con el punto de partida en la REFORMA ÍNTIMA; eliminando hábitos, vicios,  y costumbres perniciosas; defectos morales, sentimientos y pensamientos incompatibles con esa realización espiritual: y tratando de adquirir las virtudes propias del hombre nuevo, transformado, que debe, con sinceridad, desear ser.

      Y cuan profunda y extraordinario es el poder del Evangelio para operar esa transformación!

       Comprendiendo que ninguno de sus problemas íntimos y vitales se resuelve por el conocimiento simplemente teórico o místico del Evangelio, porque esos problemas no residen en el exterior, sino en su propio íntimo, deducirá luego que el Evangelio no pide un conocimiento intelectual, sino una vivencia individual. Viviendo el Evangelio y atestiguándolo como es necesario, el hombre se espiritualiza, se engrandece, asciende hacia Dios.

       El conocimiento simplemente teórico o místico no cambia al hombre, sino, muy por el contrario, aumenta sus débitos espirituales porque a quien mucho le es dado, mucho le será pedido, y también porque la fé sin obras, es muerta; y como el hombre, para vivir y ejemplificar el Evangelio, antes que nada debe reformarse , se deduce que su primera obra, y su primer ejemplificación, deben ser en sí mismo, transformándose en el hombre nuevo al que se refiere el Evangelio.

      Cada uno de nosotros debe espiritualizarse por sí mismo, por decisión propia, por esfuerzos propios, teniendo al Evangelio como norma de acción, actuando y no solamente creyendo.

La melancolía de no tenerte      Todo aquel que quisiere, verdaderamente iniciarse en la vivencia Evangélica, en el momento en que decide hacerlo, abre amplias puertas en el Plano Espiritual para la recepción de auxilio, asistencia e inspiración.  

     Los días atribulados que vivimos y los aún más difíciles que están por venir, exigen del hombre una sensata reflexión, y la decisión segura y definitiva, de Evangelizarse para redimirse.

                                       Edgard Armond
       

miércoles, 26 de noviembre de 2014


REFLEXIONES, CONSEJOS Y MÁXIMAS DE ALLAN KARDEC
Diatribas

En cuanto al Espiritismo en general, que es una de las fuerzas de la Naturaleza, el escarnio será destruido, como lo ha sido contra tantas otras cosas que el tiempo ha consagrado; esa utopía, esa fantasía – como ciertas personas lo llaman – ya ha dado la vuelta al mundo y todas las diatribas no impedirán su marcha, del mismo modo que en otros tiempos los anatemas no han impedido a la Tierra girar.
Por lo tanto, dejemos a los escarnecedores reír a gusto, puesto que tal es su capricho; lo harán a expensas del Espíritu; ríen bastante de la religión, ¿por qué no reirían del Espiritismo que no es sino una ciencia? Mientras tanto, ellos nos prestan más servicios que prejuicios al economizarnos gastos de publicidad, porque no hay uno sólo de sus artículos – por más espirituoso que sea – que no haya hecho vender algunos de nuestros libros y que no nos haya proporcionado algunas suscripciones. Gracias, pues, por el servicio que nos prestan sin querer.
Diremos, igualmente, poca cosa en lo que nos atañe personalmente; aquellos que nos atacan, ostensiblemente o de forma oculta, pierden su tiempo si creen que nos perturban; si piensan en bloquearnos el camino, también se equivocan, ya que nada pedimos y solamente aspiramos a ser útiles dentro de los límites de las fuerzas que Dios nos ha dado; por modesta que sea nuestra posición, nos contentamos con aquello que para muchos sería mediocridad: no ambicionamos rangos, ni fortuna, ni honores; no buscamos el mundo, ni sus placeres; lo que no podemos tener no nos causa pesar alguno y lo vemos con la más completa indiferencia; puesto que no está en nuestros gustos, no envidiamos a aquellos que poseen esas ventajas – si ventajas hay –, lo que a nuestros ojos es para cuestionar, porque los goces pueriles de este mundo no aseguran un lugar mejor en el otro; lejos de eso.
Nuestra vida es toda de labor y de estudio, y consagramos al trabajo hasta los instantes de reposo: aquí no hay de qué tener celos. Como tantos otros, llevamos nuestra piedra al edificio que se eleva; pero nos ruborizaríamos de hacer de esto un escalón para llegar adonde sea que fuere; que otros aporten más que nosotros; que otros trabajen tanto como nosotros y mejor que nosotros, y los veremos con sincera alegría; lo que ante todo queremos es el triunfo de la verdad, de cualquier parte que venga, porque no tenemos la pretensión de sólo nosotros tener la luz; si de eso debe redundar alguna gloria, el campo está abierto para todo el mundo y tenderemos la mano a todos aquellos que, en este áspero curso de la vida, nos sigan con lealtad, con abnegación y sin segundas intenciones personales.
Sabíamos muy bien que, al enarbolar abiertamente la bandera de las ideas de las cuales nos hemos hecho uno de los propagadores y al arrostrar prejuicios, atraeríamos a enemigos, siempre listos a lanzar dardos envenenados contra quien levante la cabeza y se ponga en evidencia; pero existe la siguiente diferencia entre ellos y nosotros: que no queremos para ellos el mal que buscan hacernos, porque sabemos distinguir la parte que compete a la debilidad humana, y es en esto solamente que nos creemos superiores; el ser humano se rebaja por la envidia, por el odio, por los celos y por todas las pasiones mezquinas: pero se eleva por el olvido de las ofensas. Ahí está la moral espírita; ¿no vale ella más que las personas que difaman a su prójimo? Esta moral nos ha sido dictada por los Espíritus que nos asisten, y por la misma es que se puede juzgar si ellos son buenos o malos. Ella nos muestra las cosas de lo alto tan grandes y las de abajo tan pequeñas que no podemos sino compadecernos de aquellos que voluntariamente se torturan para darse alguna efímera satisfacción a su amor propio.

Textos extraídos de las Obras de Allan Kardec

lunes, 10 de noviembre de 2014

REFLEXIONES, 

CONSEJOS 

Y MÁXIMAS DE 

ALLAN KARDEC



La fraternidad debe ser la piedra angular del nuevo orden social. Pero no hay una fraternidad real, sólida y efectiva si no está fundada sobre una base inquebrantable: esta base es la fe, más no la fe en talen o cuales dogmas especiales que cambian con los tiempos y los pueblos y que se excluyen y luchan entre sí anatematizándose y fomentando las divisiones y el antagonismo. Sino la fe en los principios fundamentales que todos pueden aceptar: Dios, el alma, la vida futura, el progreso individual indefinido y la perpetuidad de las relaciones entre los seres.
Cuando todos los hombres se convenzan de que Dios hay uno sólo para todos, que ese Dios soberanamente justo y bueno no desea la injusticia y que el mal proviene de los hombres y no de Él,entonces se sentirán todos hijos del mismo Padre y se estrecharán la mano.



Esa es la fe que da el Espiritismo y que será en lo sucesivo el eje cardinal alrededor del que se moverá el género humano, sean cuales fueren los cultos y las creencias individuales.

El progreso intelectual, llevado a cabo hasta hoy en las más vastas proporciones, constituye un gran adelanto y señala  la primera fase de la humanidad. Pero por sí solo  en impotente para regenerarla. En tanto el hombre esté dominado por el orgullo y el egoísmo, utilizará su inteligencia y sus conocimientos en beneficio de sus pasiones e intereses personales; y por ese motivo es que los aplica al perfeccionamiento de los medios que sirven para perjuicio y destrucción de sus semejantes.

Sólo el progreso moral puede asegurar la felicidad de los hombres sobre la tierra poniendo freno a las malas pasiones. Sólo él puede hacer reinar entre ellos la concordia, la paz y la fraternidad.
Él es el encargado de tirar abajo las barreras que separan a los hombres, el que hará desaparecer los prejuicios de castas y acallará los antagonismos sectarios, enseñando a los hombres a considerarse hermanos destinados a ayudarse y no a vivir parasitáriamente los unos de los otros.

Será también el progreso moral, secundado por el progreso intelectual, quien unirá a los hombres en una misma creencia establecida sobre las verdades eternas, aceptadas universalmente, y, por eso mismo, no siendo motivo de discusión. La unidad de creencia será el eslabón más poderoso,     
la base más sólida para el logro de la fraternidad universal, resquebrajada en todos los tiempos por los antagonismos religiosos que dividen a los pueblos y a las familias, y que hacen ver en los disidentes a enemigos de quienes es necesario huir y a quienes hay que combatir y exterminar, en vez de ver en ellos a hermanos que se debe amar.

jueves, 6 de noviembre de 2014

                                          EVOLUCIÓN
Evolución, cambio progresivo, transformación permanente, mecanismo de la Ley natural por medio de la cual se le proporciona a todos los seres y las cosas en general pasar del estado original primario a un grado superior.
Todo Evoluciona, el gas, el mineral, el vegetal, el animal y el hombre. Evoluciona la materia pero también el espíritu. Se desarrollan las ideas por la Evolución del pensamiento, se transforma la sociedad en virtud de la Evolución del individuo.
Todo se mueve generando progreso incesante, todo cambia menos la ley que es inmutable y eterna como Dios quien la creó.
Con Pitágoras y desde él sabemos que el espíritu fue creado simple y sencillo y que ese principio espiritual guiado por las mismas leyes físicas y espirituales busca unirse al principio material para cumplir sus objetivos trascendentales de un proceso sin límites, y ese principio espiritual es una semilla repleta de posibilidades que yacen latentes en su intimidad, listas para ser desarrolladas, lo cual sólo es posible gracias a la unión con el elemento material quien jalona fuerte y firme creando necesidades pungentes y situaciones apremiantes que permiten desarrollar todas esas posibilidades de Crecimiento y Evolución.
EN RESUMEN 
El estado de naturaleza es la infancia de la humanidad y el punto de partida de su desarrollo intelectual y moral. Dado que el hombre es perfectible y lleva en sí el germen de su mejoramiento, no está destinado a vivir perpetuamente en el estado de naturaleza, como tampoco está destinado a vivir perpetuamente en la infancia. El estado de naturaleza es transitorio y el hombre sale de él mediante el progreso y la civilización. La ley natural, por el contrario, rige a la humanidad entera, y el hombre mejora a medida que comprende y practica mejor esa ley.

Dado que el progreso es una condición de la naturaleza humana, nadie puede oponerse a él. Es una fuerza viva que las malas leyes pueden retardar, pero no extinguir. Cuando esas leyes se vuelven incompatibles con el progreso, este las aniquila junto con todos aquellos que intentan mantenerlas, y así será hasta que el hombre haya adaptado sus leyes a la justicia divina, que quiere el bien para todos en vez de leyes dictadas por el poderoso en perjuicio del débil.

El hombre no puede quedarse perpetuamente en la ignorancia, porque debe alcanzar el objetivo que la Providencia le señala. Se instruye por la fuerza de las circunstancias. Las revoluciones morales, así como las revoluciones sociales, se infiltran poco a poco en las ideas; germinan durante siglos y después estallan de repente, haciendo que se derrumbe el carcomido edificio del pasado, que ya no armoniza con las nuevas necesidades ni con las nuevas aspiraciones.

A menudo, el hombre sólo ve en esas conmociones el desorden y la confusión momentáneos que afectan a sus intereses materiales. En cambio, quien eleva el pensamiento por encima de su personalidad, admira los designios de la Providencia, que del mal hace surgir el bien. Es la tempestad, la tormenta que purifica la atmósfera después de haberla agitado.

Hay dos clases de progreso que se prestan mutuo apoyo, aunque no marchan juntos: el progreso intelectual y el progreso moral. En los pueblos civilizados, el primero de ellos recibe, en este siglo, todos los estímulos deseables. Por eso ha alcanzado un grado desconocido hasta nuestros días. Falta mucho para que el segundo alcance el mismo nivel. No obstante, si se lo compara con las costumbres sociales de algunos siglos atrás, habría que ser ciego para negar ese progreso. ¿Por qué, pues, esa marcha ascendente habría de detenerse de preferencia en relación con la moral que con la inteligencia? ¿Por qué no habría entre el siglo diecinueve y el veinticuatro tanta diferencia como la que hay entre el siglo catorce y el diecinueve? Dudar de eso sería pretender que la humanidad se encuentra en el apogeo de la perfección, lo cual sería absurdo; o que no es perfectible moralmente, lo que la experiencia desmiente.

La humanidad progresa por medio de los individuos que mejoran poco a poco y se instruyen. Entonces, cuando estos son mayoría, toman la delantera y llevan consigo a los demás. De tiempo en tiempo surgen entre ellos hombres de genio que les dan un impulso, después surgen otros que poseen autoridad. Todos ellos son instrumentos de Dios que en algunos años hacen adelantar a la humanidad muchos siglos.


Bueno, la evolución en general es el cambio y adaptación que se da en un ser u objeto a las circunstancias que las rodean es la adaptación de un ser vivo a un medio ambiente que está en constante cambio 

Evolución es el desarrollo o transformación de las cosas, los organismos, las ideas o las teorías, por medio del cual pasan gradualmente de un estado a otro. 

Ahora, Evolución biológica es el proceso continuo de transformación de las especies a través de cambios producidos en sucesivas generaciones, y que se ve reflejado en el cambio de las frecuencias alélicas de una población. Como lo dijo Darwin la transformación es por el cúmulo de caracteres de una forma gradual, pero el salto evolutivo lo tenemos que entender como un "salto gradual" como lo propusiera la Teoría del equilibrio Puntuado propuesta por Niles Eldredge y Stephen Jay Gould en 1972, que no es otra cosa que la aplicación de la dialéctica al proceso del entendimiento de la evolución biológica...